Claves que caracterizan a los líderes de nuestro siglo:
1. Oportunidad y suerte
Podemos estar preparados para ejercer el liderazgo, pero para ello es necesario que nos surja la oportunidad. De hecho, pueden surgir oportunidades y no estar preparados, o estar preparados y que no nos surjan. Se trata de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Los líderes siempre están preparados cuando les surgen las oportunidades. Algunos las buscan. No se quedan con los brazos cruzados esperando, sino que van dando pasos al frente para ser los elegidos.
2. Proactividad
El líder es por naturaleza proactivo. Tiene iniciativa y trata de cumplir, yendo más allá de lo esperado, de las expectativas. Cuando hay que acometer un proyecto o misión, se presenta voluntario para ella. Prefiere liderar en situaciones de incertidumbre antes que estar sujeto a las decisiones de terceros, aunque valora la importancia de esos terceros como pilares de su liderazgo. La proactividad nace de la confianza en sí mismo. Confían en sus propias capacidades y conocimientos, confían en ellos mismos y eso les hace fuertes.
3. Aprendizaje en construcción
El líder se encuentra constantemente en aprendizaje y evolución. Es un proceso continuo de actualización a la realidad que vive, reinventándose y adaptándose a ella. El aprendizaje no es una meta, sino un medio. No es la finalidad, sino el camino. Esa evolución continua le permite liderar y no dormirse en los laureles. Es consciente de la necesidad de adaptarse, de asumir riesgos para lo que necesitan una fuerte convicción en sus capacidades
4. Importancia del entorno familiar
El entorno familiar y, más concretamente, la influencia de los padres, se constata como un elemento clave en la biografía de los líderes. Los valores transmitidos por los padres, el apoyo incondicional en el hogar y las expectativas sobre los hijos e hijas influyen poderosamente sobre los miembros de la familia. Se puede indicar que el carácter del líder se fragua en el hogar. Destacan dos rasgos de personalidad: la adaptabilidad y la confianza en sí mismo.
5. Compañeros y estudios
En el camino de los líderes, la adolescencia y la juventud constituye una etapa en la que se fijan algunos referentes y apoyos, amigos, colegas, compañeros, algunos de los cuáles seguirán durante toda la vida. La estima de los demás, el apoyo y la escucha, la incorporación al grupo, la aceptación y el ejemplo de los otros son elementos comunes que definen al futuro líder. Ayudan a afianzar y dar sentido a la vida del líder.
6. Acontecimientos vitales
A lo largo de la vida suceden algunos hechos críticos que les marcan. Esas situaciones suponen una oportunidad de aprendizaje que el líder va a aprovechar. Un acontecimiento crítico supone un punto de inflexión para el aprendizaje, quedando grabado a fuego en la historia personal del líder (pérdida de un ser querido, accidente, fracaso empresarial, etc.).
7. Adaptación y aprendizaje
El liderazgo está construido sobre muchos pilares, lo que dificulta la explicación de su construcción; sin embargo, el líder es fácilmente reconocible. Se va formando y evolucionando, adaptándose de manera continua para dar respuesta a los retos. El líder surge de un entorno familiar donde los padres han ejercido una influencia clave, sobre todo en la formación de valores y expectativas de futuro. La propia práctica del liderazgo se va mejorando a través de un ejercicio continuo de aprendizaje. El líder siempre será líder y, por lo tanto, seguirá construyendo su identidad a través de las experiencias y acontecimientos críticos, de los que adquirirá enseñanzas impagables. Y se amoldará a las situaciones en un claro signo de inteligencia adaptativa.
Referencias:
- abc.com.py/especiales/wobi/caracteristicas-de-los-lideres-natos-644407.
- smartspeakersweb.com/item/44-eres-un-lider-nato-una-ventaja-para-emprender
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