Riesgos laborales, desde una mirada de género
Riesgos psicosociales
En prevención de riesgos laborales, denominamos riesgos psicosociales a aquellos riesgos para la salud que se originan en la organización del trabajo. Como ocurre en otros ámbitos de la prevención, los riesgos psicosociales se caracterizan por la desigualdad en la exposición, principalmente en base a la clase social y al género, habiéndose documentado prolijamente que los trabajadores y trabajadoras que realizan tareas de ejecución tienen exposiciones psicosociales más desfavorables para la salud que quienes realizan tareas de diseño, y las mujeres peores exposiciones que las de sus compañeros varones de la misma clase social.
Daños a la salud. -La exposición laboral a riesgos psicosociales afecta la salud de muy diversas formas y se ha relacionado muy especialmente con problemas altamente prevalentes como las enfermedades cardiovasculares, los trastornos mentales y músculo-esqueléticos.
La combinación de unas altas exigencias con un bajo nivel de control sobre el trabajo o con pocas compensaciones, doblan el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares.
En su conjunto, entre el 25 y el 40% de los casos de enfermedad cardiovascular podrían ser evitados mediante la eliminación de la exposición laboral a la alta tensión, desequilibrio entre esfuerzo y compensaciones, trabajo sedentario y a turnos.
Medidas Preventivas
Las intervenciones preventivas se deben basar en la evaluación de riesgos psicosociales y muy especialmente en la mejora de las condiciones de trabajo, y no en intervenciones individuales indiscriminadas y aisladas de gestión del estrés.
La evaluación de riesgos psicosociales requiere la utilización de métodos con una base conceptual clara basada en el conocimiento científico, jurídicamente adecuado, y, evidentemente que tenga en cuenta la perspectiva de género. No todos los métodos son iguales.
Algunas de las características que definen un método son:
¿Qué herramientas utiliza para identificar y valorar los riesgos? En psicosociales la opción más adecuada es la utilización de cuestionarios, validados y fiables.
¿Qué identifica y cómo valora? Se deben identificar riesgos laborales que, en la evaluación de riesgos psicosociales, quiere decir condiciones de trabajo, en ningún caso características de la personalidad. Y atención: todo lo que no se identifique será invisible y no se podrá prevenir. De manera que, desde la perspectiva de género, hay que retener tres ideas centrales: Se debe asegurar que el cuestionario sea sensible al género, debe contemplar la doble presencia, y debe permitir conocer la exposición por sexo.
¿Cómo se realiza el proceso de evaluación y de prevención? En psicosociales, y en prevención la participación es un elemento clave… recordar que la prevención también es un proceso social. Cada uno de los pasos de la evaluación de riesgos debe acordarse entre la dirección de la empresa y la representación sindical cómo se hace, asesorados por el servicio de prevención. Los y las trabajadoras también deben participar, sobre todo en la identificación de riesgos, que se realiza a través de los cuestionarios, y en la fase de proponer medidas preventivas.
Si en tu empresa no se ha realizado la evaluación y prevención de los riesgos psicosociales, hay que debatir en las estructuras sindicales su necesidad y proponer la realización en la empresa. Todas las empresas deben tenerla.
Es el único método que demuestra la sensibilidad de género en la identificación y valoración de los riesgos. Cómo hemos señalado anteriormente, la exposición a riesgos psicosociales en superior en las mujeres y ello responde a sus características de desigualdad social y laboral. Un elemento totalmente coincidente con la literatura científica.
Es el único método que contempla la doble presencia como riesgo para la salud. Este tema se ha tratado de forma específica en un epígrafe anterior. También hemos visto que la doble presencia afecta más frecuentemente a las mujeres. No incorporar este riesgo significa esconder una los riesgos más frecuentes para las mujeres, y consecuentemente no actuar sobre las condiciones de trabajo que lo origina.
Es el único método que siempre ofrece los resultados por puesto de trabajo y sexo, porque -como sabemos que las principales desigualdades en la exposición a riesgos y en los daños son de clase social y género-
Es el único método que permite, si así lo decide el comité de seguridad y salud, tener indicadores de condiciones de trabajo (contratación, jornada y su distribución, segregación por puesto de trabajo y secciones, promoción, salario) por sexo, de manera que se puedan utilizar en la fase de diagnóstico o evaluación de los planes de igualdad en las empresas.
Las propuestas y negociación de las medidas preventivas deben dirigirse al origen de los riesgos: las condiciones de trabajo.
Para elaborar las propuestas sindicales debemos partir de nuestro conocimientos y experiencias, pero también es importante recoger las de nuestros compañeros y compañeras de trabajo, y en este sentido estar alertas de que recogemos la opinión y propuestas de las trabajadoras.
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