PRIMERAS GENERALAS DEL MININTER
La designación de las dos policías como generalas se publicó en el diario El Peruano, en las resoluciones supremas 417 y 418. Sus cargos se entrarán en vigor desde el 1 de enero de 2017.
Tal y como lo exigen las reglas de la Policía Nacional, para alcanzar altos puestos dentro de la institución, los aspirantes deben contar con títulos profesionales y una formación académica de primer nivel. Además, deben tener una amplia trayectoria dentro de la PNP. Ángela y María cumplieron con estos requisitos cabalmente. Aquí les contamos:
La médica PNP María Elizabeth Jacqueline Hinostroza Pereyra, de 48 años, y la abogada PNP Ángela Giovanna García Estación, de 53,ingresana la historia al convertirse en las primeras generalas de la institución tras haber cumplido con los requisitos necesarios para alcanzar tan alto grado.
El nombramiento se hizo oficial en una ceremonia de ascenso presidida por el ministro del Interior, Carlos Basombrío, en compañía del director general de la PNP, general Vicente Romero, así como de los viceministros de Seguridad Pública y Orden Interno, Ricardo Valdés y Rubén Vargas, respectivamente.
“En buena hora que sean mujeres, pero han ascendido por sus propios méritos profesionales. La Policía Nacional está honrada de ser la primera institución armada del Perú que tiene dos generalas y estamos seguros de que harán una gran contribución a la institución y al país”, indicó el ministro Basombrío.
Si bien las hoy flamantes generalas se asimilaron a la PNP con profesiones diferentes, son más las coincidencias que han caracterizado sus vidas dentro de la institución y fuera de ella. Para empezar, ambas provienen de familias policiales, por lo que vestir el uniforme siempre estuvo dando vueltas por sus cabezas.
Doctorados y maestrías
La decisión de incorporarse a las filas de la PNP fue acompañada en ambos casos por una formación académica de primer nivel, lo que se comprueba en sus hojas de vida, en las que sobran los doctorados y maestrías. Como miembros de la institución, las oficiales enfrentaron el terrorismo desde sus respectivos campos de experiencia, ya sea atendiendo a los heridos del conflicto armado o preparando expedientes contra elementos sediciosos.
La generala PNP María Elizabeth Jacqueline Hinostroza Pereyra lleva 26 años trabajando en el Hospital Nacional PNP Luis N. Sáenz. Forma parte de una generación de médicos pioneros en cirugía de guerra y en la actualidad labora en el Departamento de Neurocirugía del mencionado nosocomio. Tiene un doctorado en Medicina, una maestría en Salud Pública y es exbecaria del Gobierno francés para seguir una especialización en Neurocirugía Funcional en la Universidad Paul Sabatier Toulouse.
María se enroló a la PNP en mayo de 1990, cuando tenía apenas 22 años y aún no culminaba sus estudios de Medicina Humana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Cinco años después ocupó el primer puesto en el concurso de asimilación para profesionales de la salud y el primer puesto de egreso del Primer Curso de Adoctrinamiento para Oficiales de Servicio.
Fue quinto superior en el curso de Oficial de Estado Mayor del 2005 y al año siguiente finalizó una maestría en Administración y Ciencias Policiales. Asimismo, obtuvo el primer puesto en el proceso de ascenso al grado de coronel en el 2009 por alta nota.
También recibió condecoraciones por esfuerzo intelectual en el 2007 al ser la primera en realizar una cirugía funcional de implante de electrodos cerebrales para el tratamiento de la distonía y por aplicar el primer procedimiento de estimulación cerebral profunda para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson a nivel de Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
“¿Cómo describo mi trayectoria en la Policía? Es una carrera larga, de mucha constancia y resistencia, pero que vale la pena. Ser policía ni siquiera era una posibilidad a evaluar, siempre estuvo entre mis objetivos”, indica.
En su mira, asegura, aparecía de igual manera convertirse en generala, aunque nunca se imaginó que estaría entre las dos primeras en ser nombradas como tal. “Era justificable tener esa aspiración por mi trayectoria. He realizado doble carrera: la profesional y la policial. Es un reconocimiento justo para dos mujeres que se han preocupado en alistarse correctamente. Yo siento que tenía y tengo mucho que aportar”, agrega. Su pasado y presente le dan la razón.
La abogada PNP Ángela Giovanna García Estación ingresó a la PNP en diciembre de 1989 a los 25 años, poco tiempo después de obtener su título como abogada en la Universidad San Martín de Porres (USMP). “Puede que parezca que se ha demorado mucho tiempo en reconocer a dos mujeres como generalas, pero la verdad es que es todo un proceso largo de preparación, de hacer línea de carrera. Las circunstancias de ahora en las que se valora el importante papel que cumple la mujer en distintas funciones hace que el momento sea mucho más especial”, comentó.
Perteneció a varias áreas: Policía de Seguridad Vial, Dirección de Telemática, Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE), Dirección Antidrogas (DIRANDRO) y en la Inspectoría General de la PNP. Su padre es un general de la otrora Policía de Investigaciones del Perú (PIP), mientras que su madre fue integrante de la segunda promoción de policías femeninas, también de la PIP.
Comments