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Foto del escritorAnálisis Efectivo

Zulema Manrique / Las abejas

Días ha que leyendo un libro viejo

Escrito por un hombre de consejo,

Hallé un rasgo de historia

Digno de encomendarse a la memoria.

El suceso, no hay duda, es muy extraño:

Pero es preciso que se cuente este año.


Dicen que las abejas ab initio

No supieron portarse con el juicio

Y buen arreglo de hoy, ni lo pensaron;

Pero aquellas catorce que lograron

En tiempo del diluvio entrar al arca,

Curiosas observaron que el Patriarca

Dispuso en ella todo cuanto había

Con arte y simetría.

Aquí lobos voraces, allí ovejas:

Más allá perros, gatos, comadrejas,

Elefantes, ratones y mosquitos,

En otra parte lindos pajaritos,

Jilgueros, gallos, garzas, grullas, gansos;


En otra división trigo y garbanzos,

Maíz, arroz, cebada....

¡ Qué cosa tan bien puesta y ordenada!


Á todas agradó su providencia.

Juntáronse por fin en conferencia.

Dijo la más antigua: « Compañeras,

Confieso la partida: muy groseras

En gobierno y costumbres hemos sido

Nunca en comunidad hemos vivido:

Nadie pensó si no en pasar el día.

Tal vez no faltaría

Quien desease el orden; pero en vano:

Cobijada en la rama de un manzano,

O metida en las pajas de algún techo,

Jamás hacía cosas de provecho,

Ni era dable que a todas persuadiese.

Más hoy que este embarazo no se ofrece,

Y hemos de ser raíz de toda abeja,

Yo como la más vieja

Soy de sentir que luego que salgamos

Una sola familia compongamos:

Una sola casa: las menores,

Como que tienen fuerzas superiores,

Miel y cera de flores exquisitas

Cojan, en tanto que las viejecitas

Ordenamos las cosas de gobierno,

Y para que este entable sea eterno

Pondremos una maestra de novicias.»

«¡Gran cosa! ¡Bueno! ¡Albricias!»

Gritan todas; y el plan verificaron.

Más vieron fenecer sus alegrías,


Porque dijo de agravio en pocos días

La incauta juventud: «El remo todo

Se nos carga, de modo

Que ya nuestro vigor se debilita:

Más de una hora de sueño se nos quita.

Como ellas tienen seca la cabeza,

Nos despiertan temprano» «¡Que simpleza

De muchacha!» dijo una mamantona:

«Lo de hoy mira y pregona,

No hagas cuenta de ayer ni de mañana,

Mañana mandará la que hoy se afana,

Y mil males de ayer hoy no subsisten,

Y por fin, males hay irremediables

Que por un bien mayor son tolerables.»


En reclamar no insisten:

Á todas las convence con tal ciencia,

Tanto acierto, energía y elocuencia,

Que su error las menores conocieron

Y sin más regañar se sometieron.


Ciudadanos: Dios solo

Puede mandar del uno al otro polo

Sin defecto ninguno;

Y así aquel importuno

Que se lo quiera todo muy cumplido

En el nuevo gobierno establecido,

O algún descuido entre hombres no perdona,

Relea el texto de la mamantona.


Referencias:

biblioteca.org.ar/libros

dokumen.tips/documents/resumen-de-poemas-y-fabulas-de-mariano-melgar



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