Una medida preventiva imprescindible para evitar el contagio de la covid-19 en espacios interiores
La vía aérea como fuente de contagio de la COVID por los aerosoles presentes en el ambiente da mayor relevancia al uso adecuado de la ventilación como una medida preventiva principal complementaria a mantener las distancias, uso de mascarillas y lavado de manos.
Desde el punto de vista preventivo, para minimizar la posibilidad de contagio se han de considerar algunos principios:
- Reducir la concentración de aerosoles y reducir el tiempo de posible exposición a estos aerosoles además de evitar la emisión de contaminantes (toser, estornudar, gritar,etc).
- La eliminación de estas partículas suspendidas en el aire, que pueden contener virus y que pueden ser introducidas por otras personas que respiran en ese aire., se va a realizar fundamentalmente por los sistemas de ventilación de los espacios interiores. En general se considera que permanecer en el exterior implica prácticamente eliminar el riesgo de contagio por esta vía.
Uno de los aspectos que más hay que cuidar en los interiores de los espacios es la ventilación. Ventilar es la forma de hacer que el aire fresco entre en las habitaciones y otros ambientes que renovar el aire es recomendable para el confort y bienestar de las personas, a su vez que es esencial para secar humedades o controlar la temperatura, entre otros aspectos.
Además, y teniendo en cuenta que la población permanece más tiempo en los hogares, se debe tener en cuenta que la contaminación del aire interior se relaciona con síntomas como: irritaciones de ojos, nariz y garganta, sensación de sequedad en la piel, ronquera, respiración dificultosa, eritemas, dolor de cabeza, náuseas, mareos y vértigos.
De lo anterior hay también una elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados, además de un aumento en las enfermedades no trasmisibles como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), accidentes cerebrovasculares, cardiopatía isquémica, entre otras.
Se debe atender la importancia de mantener ventilados interiores y lograr una recirculación de aire en las viviendas, espacios de trabajo, medios de transporte, entre otros:
• Ventilar de forma natural abriendo las ventanas, así se consigue una corriente de aire cruzada que consigue pasar por toda el área del lugar.
• Ventilar las viviendas diariamente, hacerlo preferiblemente después de que llueve y en horas con bajos niveles de contaminantes en el ambiente.
• Sustituir productos que generen irritación a la nariz y a los ojos por productos equivalentes, pero no irritantes.
• La mejor práctica es abrir ventanas y puertas, que ubicadas en lugares opuestos genere una corriente interior.
• Ventilar de forma mecánica o forzada en los baños sin ventana, ubicando extractores para secar las humedades generadas por la ducha.
• Revisar que chimeneas y conductos no tengan grietas, taponamientos, oxido o conexiones sueltas.
• No encender nunca carbón, gas, madera u otros combustibles dentro la casa y vehículos.
• En los locales cerrados o en los lugares de trabajo y dependencias anexas, renovar el aire de manera uniforme.
• En los establecimientos de trabajo en donde se produzcan contaminantes ambientales como polvos, humos, gases, neblinas y vapores tóxicos y nocivos, se emplearán métodos para su control.
• Al subirse a un medio de transporte público o privado, es importante mantener ventanas y salidas de emergencia superiores, abiertas
"El tiempo de ventilación puede variar, pero se recomienda que diariamente sea de 10 a 20 minutos como mínimo y principalmente por las mañanas, sobre todo en los dormitorios".
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