El desafío de los motores de la inversión pública local
Próximo a llevarse a cabo las elecciones regionales y municipales en el Perú el 2 de octubre del 2022 la capacidad técnica asociada a la planificación estratégica, el presupuesto y la ejecución de la inversión pública sigue siendo uno de los principales desafíos para los gobernadores o alcaldes.
Los gobiernos subnaciones han ejecutado en promedio en la última década cerca de dos tercios de la inversión pública; ejecutando para el cierre del año 2021 el 71.1% de la inversión pública los gobiernos regionales y los gobiernos locales han ejecutado el 62.9% de la inversión pública. De esta forma la dinámica de la inversión pública local difiere de la dinámica de la inversión pública nacional, reflejando la baja coordinación entre los diferentes niveles de gobierno generando un desfase en el impacto del impulso fiscal por el lado del gasto no financiero en el crecimiento económico peruano.
Sin embargo, los ciclos políticos de cuatro años impactan de manera negativa en la ejecución de la inversión pública local dado la mayor rotación del recurso humano que incide en los niveles de inversión por el desconocimiento de los sistemas administrativos del personal que ingresa.
Sosa (2020) en su evidencia empírica muestra que los motores de la inversión pública local hacen referencia a la disponibilidad de fuentes de financiamiento, la capacidad de gasto y el comportamiento de las autoridades en el ciclo político son los factores que influyen en la inversión pública en el Perú. Siendo importante destacar que la curva de aprendizaje la que evidencia ante la prohibición de la reelección la que origina que la inversión pública caiga ante el ingreso de un nuevo equipo de gestión.
La volatilidad de las transferencias a los gobiernos locales que es trasladada a la inversión pública es necesario ser transferido estratégicamente desde una perspectiva planificada, transparente y predecible alineada a las brechas de infraestructura locales, que se han acentuado con la crisis sanitaria de la COVID-19, dejando de lado los aspectos políticos y discrecionales. Siendo necesario comprender que la capacidad técnica es fundamental en todo ciclo de inversión.
En el caso peruano la descentralización no siempre se ha aplicado para maximizar el desempeño del gobierno; pues tanto a nivel nacional, regional y local existen circunstancias en las que los partidos políticos, grupos de interés que contrastan sus beneficios particulares o políticos en comparación a garantizar beneficios para la ciudadanía en general. Siendo la competitividad del gobierno local la que se vulnera y afecta a la probabilidad de que el gobierno local sea eficaz, principalmente en lo que respecta a la recaudación de los impuestos, que no se traducen en bienestar para la comunidad.
La consolidación de la inversión pública local requiere de un desempeño optimo, eficiente y eficaz por parte de los gestores públicos, para la generación de un clima de negocios que contribuya a reactivar y dinamizar los sectores que sustentan las economías locales, para lo cual se requiere que se empiece adoptar el enfoque de la nueva gestión pública y la puesta en marcha de la AF-SP, para lograr un presupuesto por resultados articulados a lograr contribuir a las Políticas General de Gobierno y sobre todo el bienestar de los ciudadanos, bajo el enfoque de la cadena de valor público.
Siendo los gestores del cambio los que permitan el desarrollo de habilidades blandas en el procedimental y estático personal del sector público, requiriendo para ello personal técnico directivo que cumpla el perfil adecuado y comprometido a lograr los indicadores de su planificación y contribuya a las prioridades del gobierno nacional en la Declaratoria de Política Institucional Nacional.
Transversalmente es necesario contar con un sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación con indicadores reales y de alerta temprana, que, junto a la contraloría social, la rendición de cuenta y el empoderamiento ciudadano, permitirá un mayor dinamismo de la inversión privada a través de su mejora en su clima empresarial y por ende lograr avanzar en el estático crecimiento de la competitividad de diversas regiones por la crisis sanitaria, con puntos críticos en la infraestructura y el de institucionalidad que permita un verdadero cierre de brechas de infraestructura y un impacto microsocial, que aún el crecimiento económico a partir de las políticas públicas requiere asignar eficientemente el gasto público a partir de inversión pública local en base a prioridades y logro de metas.
Referencias:
El autor es Magister en Ciencias con Mención en Proyectos de Inversión de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
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