Mango: fruto dulce, pero con sabor amargo para los productores.
Una mirada desde el campo y no del escritorio
8. El reto. sembrar confianza
Aunque suene y truene a desalentador, no es posible proponerse organizaciones masivas. Tenemos que ir de poco en poco, por puñados, sin apresuramientos, porque lo más difícil de vencer, es la desconfianza. Avanzar, trazándose metas muy concretas. Un gran sector de los productores aspira a llevar su producto y que le paguen de inmediato. Pero la mayor parte de los productores de mango de Yapatera, que representan más del 95 % y que aporta el 90% del volumen del total cosechado, tiene urgencia de dinero porque vive el día a día, no acompaña técnicamente a su cultivo, obtiene rendimientos por debajo del promedio regional, que es de 13 TM en Piura, con estas características resulta natural genere desconfianza en los agentes formales del mercado y del sistema financiero. Seguir abandonándolos a su suerte ¿será acaso la mejor solución?
Aquí surge una nueva tarea para el ministerio de agricultura, se necesita una organización que vaya de la mano con SENASA, o que se amplié el quehacer de SENASA, con la finalidad de asesorar a este numeroso grupo de productores de mango y puedan ofertar al mercado productos de calidad. SENASA actualmente centra su labor en el combate a la mosca de la fruta, los resultados son positivos, pero su debilidad radica en no haber logrado que los productores sean parte de la solución; un ejemplo, diríamos mal ejemplo es ver como los trabajadores de SENASA se dedican a recoger fruta caída y a enterrarla, cuando esa tarea le corresponde al productor dueño de la parcela.
9. Un consejo, hasta de un conejo.
La industrialización del mango es una buena oportunidad, pero ya se convierte en disco rayado, la propuesta siempre la hacen y es parte de las campañas electorales, dando pie a la disputa entre grupos de profesionales y prédica común de los ministros y funcionarios del ministerio de agricultura etc. etc. La industrialización como alternativa, permitiría aprovechar el mango de distintos calibres, y lograr una mayor cosecha del mago en chacra, cortando así las posibilidades a plagas y enfermedades que se aprovechan de los mangos caídos y su descomposición.
Los promotores del proyecto de la industrialización del mango, como son los del colegio de ingenieros, profesionales asesores particulares de productores, que promueven desde hace años esta iniciativa, tienen que ser más cautelosos, si se siguen comportando como las gallinas, van a conseguir un crecimiento de expectativas de los productores y, en consecuencia, surgirá mayor presión social porque comprueban que fueron engañados.
Cuando alguien se arrima al Gobierno, tiene que considerar como un gran riesgo, los cambios inesperados que se suelen dar en los ministerios. Que como lo sabemos, en tiempos normales avanzan trepados en el caparazón y a la velocidad de la tortuga.
En segundo lugar, los posibles beneficiarios tienen que mojarse con algo, aquello de que todo llegue gratis, no contribuye a valorar lo que se recibe, si no me creen pregúntenles a los propietarios de las ONGs. En tercer lugar, es imprescindible despolitizar la gestión, para poder conseguir los fondos y adquirir la planta industrial, porque si la ven como un trampolín para ser candidatos a alcaldes, gobernadores y congresistas, eso acaba mal.
Continuar cosechando miseria con el cultivo del mango, hace prioritario se exploren técnica y económicamente, algunas otras posibilidades de cultivo como es el limón sutil, limón Tahití, la palta, el arándano, el plátano teniendo como protagonistas a los pequeños productores, porque querer seguir todos sembrando mango, el final no puede ser tan halagador. Cambiemos de discurso y tendamos puentes con los empresarios agro – exportadores y ya es hora que dejen de mirarlos como los malos de la película.
10. Que Dios nos coja confesados
Finalmente, la campaña de mango 23 – 24, por cuestiones de comportamiento de la naturaleza, puede resultar poco prometedora. El tiempo que tenemos entre junio y la presencia de lluvias en septiembre es corto. La mayoría de las chacras, después del paso del ciclón Yaku, no han sido limpiadas. Las trochas carrozables, siguen afectadas. Las tomas de agua en los ríos, no han sido repuestas y es necesario regar en los meses de julio y agosto. Los campesinos, se encuentran descapitalizados. Mirar al cielo no ayuda, porque de allí no cae el dinero, tampoco adoptar la actitud de pedigüeño al gobierno – MIDAGRI porque saben que los visitarán, cargados de promesas mentirosas, es como seguir depositando mi futuro en quienes poco les importa si gano o pierdo, etc.
No hay de otra, el mandato es trabajar en equipo y de forma coordinada, es la mejor forma de labrar nuestro futuro; mientras esto hacemos en el campo, la burocracia y el gobierno sólo siguen pensando en cómo gastar miles de millones de soles para enfrentar al Niño global sin tener siquiera ninguna certeza de su intensidad y seguramente no faltará que nuevamente salgan a anunciar la repartija de los famosos bonos. Esta indiferencia y falta de profesionalismo existente en el MIDAGRI y GOBIERNO para con el agro sigue acrecentando la incertidumbre y desesperanza en millones de familias del campo.
Referencias:
Los autores, Víctor Vásquez Villanueva & Jorge Arévalo Acha. Director Ejecutivo y Coordinador Regional de la Defensoría del Productor Agrario. Lima, 2023. Es una publicación de la Defensoría, autorizada su reproducción total o parcial.
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