Mango: fruto dulce, pero con sabor amargo para los productores.
Una mirada desde el campo y no del escritorio
5.3 ¿Ingresos para vivir?
Los efectos e impactos que generan la carencia de servicios, nula articulación a los mercados y la distorsión de éstos junto a la poca cultura por el desarrollo y prácticas asociativas en los pequeños productores, terminan desencadenando resultados económicos insuficientes, tanto para el sostén de la familia como también para el buen manejo de sus cultivos, esto último por su incapacidad de generar excedentes económicos.
En este panorama confirma lo antes reseñado por cuanto los resultados en términos de ingreso neto/utilidad para los productores de la llamada agricultura familiar, alcanzaron una utilidad equivalente a 187,5 soles o de 125,0 soles/hectárea. Por el lado de los pequeños productores, de Yapatera, si bien obtienen mayores ingresos tampoco lo son en suficiencia para mejorar sus condiciones de vida, los pequeños productores lograron ingreso neto de 9,000 o 3,000 soles/ha. Tabla 13.
Ante estos resultados resultaría oportuno preguntar, ¿podrá una familia vivir sólo con los ingresos obtenidos por el cultivo del mango?, imposible lograrlo, confirmándose que es este tipo de productores (agricultura familiar y pequeños) quienes forman parte del segmento de pobreza y extrema pobreza rural.
6. Los ofrecimientos oficiales
El drama para los pequeños productores de mango se repite todos los años, y el Estado – MIDAGRI, siempre ha recurrido al fácil expediente de la promesa, pero siempre incumplida. Veamos dos casos:
a) los centros de acopio para exportar: allá por el 2018 se presentó una fuerte caída de precios y desde el MINAGRI (así se llamaba en aquel entonces) sus funcionarios (ministro y viceministro) concluyeron que era porque los productores no estaban asociados, señalando que la mejor manera para enfrentarlo era ejecutar una inversión para la construcción de 04 centros de acopio que facilitaría la clasificación del mango y su acondicionamiento para que los productores exporten directamente. Han pasado 5 años y, como vemos, todo fue promesa como las muchas que se dan para salir del paso y peor sabiendo que son mentiras;
b) el Seguro Agrario Catastrófico (SAC): recientemente la ministra Paredes señala que los productores afectados por el YAKU no tendrían problemas financieros porque el SAC indemnizarán las perdidas; lo que no dijo es que la famosa indemnización sólo es de 800 soles/ha, siempre que los daños superen el 50 %. Una vez más el facilismo sale a relucir en las autoridades, sin abordar el verdadero problema. El SAC, en el caso del mango, equivale a recuperar menos del 10 % de los costos de producción. Otros ejemplos, en maíz donde este famoso SAC no cubre ni el 15 % y si lo comparamos con una hectárea de limón en producción representa menos de 5 %. Además, para merecer la indemnización, los daños tienen que ser comprobados en campo, por los peritos de la aseguradora y del ministerio de agricultura.
Lo que no entienden los funcionarios desde el escritorio que en el medio rural no es fácil, lidiar con la aseguradora y, lo que, es más, la perdida por un problema de precios no encaja en los parámetros del Seguro Agrario Catastrófico. Por lo tanto, quedamos excluidos por ser un tema de mercado. Entonces nos preguntamos ¿a quién beneficia este Seguro?, o de quien es el negocio?, para los productores no es beneficioso, por el contrario, las miopías de nuestras autoridades siguen empobreciendo a los productores.
7. Cuando los escritorios y dirigencias siembran desconfianza
¿Qué hacer?, con un campesino, entrado en años que, siendo parte del mercado, no lo entiende y le tiene terror y que desconfía, hasta de su propia sombra; él está decepcionado de la organización agraria que cuando le hablan de asociarse, le asalta a la memoria el fantasma de las cooperativas. Que sembró mango, porque le demanda menos esfuerzo y poco gasto, una vez que se encuentra en edad de producción, en tanto no aplica ningún paquete tecnológico. Y hay quienes, por la tarde, aguardan la venida de la fulana, como su mejor solución a su drama.
Razones tiene los campesinos y hasta le sobran para desconfiar de los oportunistas que estuvieron de dirigentes en asociaciones y cooperativas y, andan al acecho de nuevos cargos; son aquellos que nacieron para ser dirigentes toda la vida, según lo registra su partida de nacimiento. Las experiencias nos muestran, como dirigentes y funcionarios de las entidades comercializadoras de mango, llámense asociación, cooperativa, han progresado económicamente mientras quienes entregan la producción (productores) siguen en la pobreza. Algo está mal en esa alforja, por lo que sólo un lado de los de la alforja, resultan beneficiados.
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