Mango: fruto dulce, pero con sabor amargo para los productores.
Una mirada desde el campo y no del escritorio
3. Piura y sus productores de mango
La campaña de mango 22 – 23 en Piura, se sustenta en promedio en 35 mil hectáreas2, con rendimientos que van desde las 6,5 TM hasta superiores a 17,5 toneladas por hectárea originando casi 500 mil toneladas de oferta total; se dice que Piura representa alrededor del 75 % de la producción nacional de mango. A nivel provincial destacan, Piura con 76 %, Morropon el 19 %, Sullana el 3 % Huancabamba y otras con el 2 %. Las unidades productoras señalan que, aquellas menores de 5 hectáreas representan el 50,9 % de la superficie cosechada y aportan el 30,4 % de la producción total regional, el llamado gran productor de mango (mayores de 20 hectáreas) significan el 14,9 % el área cosechada, aportando el 23,0 % de la oferta regional. Tabla 1.
En cuanto a los resultados económicos - campaña 2022-2023 - para los pequeños y medianos productores se dice no han sido de las mejores, llegándola a catalogar como desastre, por las ganancias dejadas de percibir, iguales resultados han experimentado aquellos que hacen el rol de acopiadores. Se dice que una de las principales razones está asociada a las características de este cultivo y negocio, en tanto a lo largo de la campaña los precios en chacra tienen alta variabilidad, devenida del propio ciclo productivo (concentración de cosechas) y de la atomización de las unidades productivas.
La cosecha se inicia en el mejor de los casos con un precio por kilo en chacra entre 1.0 hasta 4,5 soles/kilo, se dice que alrededor del 15 % del volumen de producción es comercializada con estos precios. A medida que avanza la campaña, es de esperar una caída en los precios llegando hasta 0,15 – 0,20 soles/kilo, habiendo casos donde para el productor le resulta más costoso cosechar en comparación a los ingresos esperados por la venta de la producción, son situaciones que suelen darse en los pequeños productores.
La distribución de la superficie cosechada en función de los rendimientos promedios refiere que, el 50,9 % corresponden a pequeñas unidades/productores quienes logran cosechas de hasta o igual a 8 toneladas/ha. Así mismo, el 34,3 % de la superficie cosechada corresponde a medianos productores, cuyos rendimientos están entre 8 a 16 tm/ha. En conclusión, se puede decir que casi el 50 % de la superficie cosechada está en unidades productivas de “medianos y grandes productores”, reafirmándose desde el punto de vista de área cosechada, el peso relevante de los pequeños productores y socialmente también importantes. Tabla 3.
3.1 Rendimientos y su brecha tecnológica
Se sabe que uno de los problemas críticos que enfrenta la pequeña agricultura está referida a la brecha productiva, por efecto de la ausencia de servicios tecnológicos; en el caso del mango, se confirma esta hipótesis señalando que el rendimiento promedio del pequeño productor equivale al 56 % en comparación al rendimiento promedio (13, 933 kilos/ha.) esto quiere decir que, la brecha tecnológica por cerrar es equivalente al 44 %. De otro lado, si bien los rendimientos del mediano productor son superiores al promedio regional, pero en tan sólo 4 puntos porcentuales mientras que el gran productor es 40 puntos superior al promedio regional. Tabla 4.
La variabilidad de los rendimientos de mango que se obtienen en la región, es reflejo directo de la tecnología utilizada; así, se estima que el 40 % de la superficie de mango es conducida haciendo uso de baja tecnología; el 50 % de la superficie es conducida con tecnología media y tan sólo un 10 % con alta tecnología. Una conclusión acerca de esta realidad es que, existirían alrededor de 14 mil hectáreas con serios problemas de competitividad y de mayor vulnerabilidad en los ingresos /utilidades, afectando en mayor grado a los pequeños productores y, en menor incidencia para los medianos. Tabla 5.
La caracterización de las tecnologías utilizadas, en el cultivo del mango, siempre está asociada a factores de naturaleza económica en términos de disponibilidad/accesibilidad a recursos financieros. Así, los pequeños productores, imposibilitados de acumular ganancias y, excluidos del sistema financiero formal, son quienes usan baja tecnología, limitándose a practicar las labores culturales (manejo del cultivo) sin el uso adecuado de insumos, fertilización y control sanitario; al final, sus resultados siempre son los mismos, precariedad en sus ingresos y pobreza.
El empleo de alta tecnología está asociada a la gran extensión cultivada de mango y corresponden a los llamados grandes productores; su capacidad económica y acceso a recursos financieros formales se expresan en el uso óptimo de insumos, variedades mejoradas, servicio de asistencia técnica, oportunidad en las labores culturales, empleo de sistemas de riego por goteo y de insumos “modernos”, como fitorreguladores de crecimiento y floración.
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