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Victor Vásquez

Víctor Vásquez / Nuevos partidos viejas mañas (2 de 2)  

Nuevos partidos, pero con viejas mañas   

 

La etapa que se está viviendo con relación al movimiento interno de los “partidos”, es la del reacomodo de los oportunistas, y delincuentes de la política, que se reproducen como insectos y están muy atentos y sin ser invitados aparecen en todas partes. Estos tipos, sin olvidar viejas mañas, establecen previamente su hoja de ruta, tocan el timbre no de uno, sino de varios partidos, se presentan muy frescos, acompañados siempre de sus “Sanchos”, con la narrativa ya conocida, asegurando que: “cuentan con el aprecio de las organizaciones de base”, “tienen un gran caudal electoral”, “son empresarios exitosos”, “son tecnócratas inigualables”, “son dueños de su movimiento regional, provincial o distrital y están bien organizados”, “ya fueron alcaldes, gobernadores y lo hicieron a pedir de boca”, “los gastos de campaña ellos lo asumen”, “vienen recibiendo invitaciones, de otras organizaciones políticas”, “están en condiciones de aportar a la caja central del partido para la campaña”. Viejos cantos de sirena, que ya en otras oportunidades hemos escuchado hasta la saciedad; sólo buscan hacerse del poder y otros lamer y vivir del poder.  

  

¿Pero qué piden a cambio? Piden nada más, ni nada menos, que se les acepte y les aseguren encabezar la lista de la región a la que pertenecen y el triunfo corre por cuenta de ellos. Su objetivo es un escaño en el congreso. No piden poco, y ofrecen bajo juramento que todo va a ser fácil; habrá otros que, encuentran la oportunidad para empezar y organizar sus futuros negociados, de la mano con los elegidos. Nunca olviden y tengan presente, lo que nuestros mayores nos dicen: “Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”.   

  

Son tiempos de desconfianza. Sí, desde luego, porque el historial que llevan en sus mochilas es muy pesado, por lo general han militado en varios partidos políticos y cambiaron de mula en cuanto consiguieron cruzar el río. Pero lo más descarado, es que consideran que esa es una buena carta de presentación. Pobre de aquel compadrito, que se fie y les abra la puerta a los oportunistas, estos fulanos lo votan y se quedan con la casa. De verdad, no estamos exagerando.   

  

Y es preocupante constatar, que estos oportunistas, así como muchos “empresarios dueños” de los partidos políticos, no conocen nada de la realidad de su región, repiten tres, cuatro frases compradas a algún periodista o seudo tecnócrata y punto. Ejemplo, Acuña, “plata como cancha”, pero de extrema pobreza en inteligencia y así como éste personaje, podemos afirmar que el 10 % de los nuevos dueños de partidos escapan a esta cruda realidad.    

  

Cuidado, porque si fueron autoridades, lo más seguro es que tengan pendientes con la justicia, y como nuestros jueces y fiscales, se desplazan muy cómodos sobre el caparazón de las tortugas, esa actitud permisible y cómplice de jueces y fiscales, les da tiempo para postular y de esa manera logran blindarse. Lo que decimos no es una locura, esto ya sucedió en el Perú, es historia conocida y una de las características en nuestro medio, es que la misma historia se repite, en sucesivas oportunidades, con los mismos y otras veces, con nuevos personajes. Para muestra, tenemos a varios de los actuales congresistas, que ya la salvaron con la justicia, terminan su mandato y se van tranquilos a casa, porque hicieron un buen negocio.  

  

Bien señores, lo que hemos visto hasta hoy, son las mañas del lado de los oportunistas, la otra cara de la medalla la conforman “los empresarios – dueños” de los partidos políticos, muchos de ellos no creen en el partido con ideología, programa, liderazgo, militancia organizada, con convicción y espíritu de servicio social hacia la comunidad. Si fueran partidos de verdad, no lo alquilarían al mejor postor y los oportunistas y delincuentes políticos no tendrían la oportunidad de alquilar un vientre y emprender la aventura política para luego saquear al Estado Peruano.  

  

Si los “empresarios - dueños” de los partidos políticos” aceptaran consolidar algunos filtros democráticos, tendríamos mucho afrecho para alimentar a los patos. Uno de esos filtros es la elección interna de candidatos, donde cada militante debería representar democráticamente un voto. En ese proceso interno, el aspirante tiene que presentarse tal cual es, y convencer a los electores.   

  

Pero no, lo que predomina es la vieja maña, alimentada por muchos “empresarios – dueños”, que establecen precio a cada uno de los puestos de las listas de candidatos, es decir se preocupan por organizar una gran subasta. En ese escenario anti democrático, un ex gobernador, o ex alcalde, va a tener más oportunidades de ubicarse en los mejores puestos gracias al dinero (coima 10%), que acumuló gracias a las obras licitadas, en su período de autoridad.  

  

Los “nuevos dueños” de los partidos políticos y los aspirantes a candidatos, saben que existe mucha gente, dispuesta a vender su jornada de trabajo, para hacer campaña. Las familias alquilan su pared y techos, para instalar las pancartas. Existen especies de servís, para llevar personal a los mítines. Los moto - taxistas, piden que les abastezcan de combustible y acompañan en la marcha y lo hacen con todos los candidatos. Muchos malos periodistas, cobran por entrevistar. Con este tipo de contratos durante la campaña electoral, se liberan de la fiscalización de quienes participaron y ayudaron a elegirlo.  

  

Acabar con las viejas mañas, supone trabajar una nueva concepción de hacer política, de conocer al Perú como problema y de sentir y conocer sus múltiples posibilidades. De recrear el partido, de construir liderazgo, con militantes formados política e ideológicamente, que se constituyen en el medio de relación con los ciudadanos.  

  

Debemos reconocer que las viejas mañas, ya son parte del quehacer político en el Perú, debemos estar atentos para que no vuelvan a imponerlas.   

  

Con dinero y dadivas, no permitas que arrebaten tu Dignidad. 

 

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