Este articulo puede ser visto como un intento de transformar los intereses individuales de elección del lector, sin embargo, anteponemos sobre su análisis, las buenas prácticas de salud en cuerpo y mente, puesto que el pensamiento positivista se puede entender de muchos lados, pero que a causa de las cuarentenas escalonadas del virus COVID-19, se está recargando al Estado de una ocupación remota que busca ser proporcional.
El acceso remoto seguro vía VPN (red privada virtual), la habilitación de plataformas de teleconferencias y hasta sistemas “Legacy” (antiguos) han menoscabado el orden en zonas estratégicas del Estado, generando estancos en departamentos, direcciones y gerencias de TI (Tecnologías de la información), que no logran unificar todo este grueso de fuerza laboral virtual, rígido también en sus formas de implementar.
Por otro lado, desde tiempos inmemoriales las llamadas revoluciones, lo que siempre se han disputado era la despensa del Estado, de la cual deseaban nutrirse los partidos vencedores, esa despensa llamada Burocracia, hoy tiene el papel más importante de la historia, pues deberá emerger como un soldado elevando su bandera en símbolo de continuidad de la patria en dos escenarios: a) frente a la Pandemia COVID-19, que va para largo, y b) la Transformación Digital que apremia por la virtualización y recuperación del empleo estimado recién para el año 2023.
En ese sentido, traigo a acotación que el Usus Modernus de los juristas y teóricos del derecho cristiano, pese a su dogmatismo, más tarde fueron secularizados por la racionalidad, por lo que estoy seguro algo similar, debe empujar a los juristas actuales a transformar absolutamente la faz normativa del Estado, por una nueva completamente digital, que estimule a la Burocracia con sueños de pureza virtual, anticorrupción, transparencia, acountability, no fake news, pero esencialmente para colocar las cosas en su sitio, como debieron estar hace tiempo.
Es por eso que, la principal dificultad para integrar la tecnología, con la teoría del Estado y su rol social, es la carencia de recurso narrativo “express” es decir con dientes que muelan, que transformen de manera instrumental el análisis sociológico del Estado hacia el ciudadano, bajo perspectivas posibles y deseables, que ilustren a la Burocracia en como conducir los sistemas del Estado y las capacidades tecnológicas, a partir de leyes y normas que utilicen de arquitectura digital los emprendedores civiles, startups y empresas del sector en su búsqueda por alcanzar un sustento económico de supervivencia en esta crisis. tengamos presente que el trabajo genera demanda y la demanda la producción que reactiva todo.
Un tema de fondo es también el psicoanálisis del burócrata peruano, y el equilibrio entre la atención a la familia y el Estado, el servidor público que se fue al trabajo remoto, debe aún en casa tener presente que hay una responsabilidad para con la parte de Estado de la que él es parte en este proceso de la transformación, debiendo demostrar interés social en la continuidad operacional de sus procesos, y no huyendo de manera desenfadada hacia ese lenguaje del naturalismo de “sálvese quien pueda” desde una posición individualista menos importante que la colectiva.
Por lo que advertimos que los protagonistas y críticos de estos métodos de la Burocracia peruana individualista y de valor relativo, vendrán seguramente en los próximos meses a persuadir y argumentar con una exploración de intereses políticos e indicadores de conducta para afirmar o negar, si haberse cambiado al trabajo presencial a remoto valió la pena.
Finalmente, si como humanos no abrimos discusión a la problematización de lo no humano, es decir la tecnología, y dejamos en este momento la cuestión sin plantear, dentro de un año habrá otro gran vacío que nos deje con las manos abiertas, pues el asunto radica en que el actor no humano nos está ofreciendo la posibilidad de mantener unida la sociedad como totalidad a través de la tecnología. Por tanto, hay que incorporarlo sin demoras en la teoría social del Estado para que el próximo año haya una transición estable desde el primer día del nuevo gobierno.
Comments