La gestión del cambio en las entidades publicas
En varias oportunidades los cambios de gobierno, nuevas formas de actuación en virtud de aumentar la capacidad de atención de los problemas públicos o la perspectiva de superar los problemas de gestión; pero dichas mejoras se aconsejan que siempre se inicien a partir de un diagnostico adecuado del funcionamiento de las entidades públicas; considerando el estado del servicio al ciudadano, la gestión por procesos, los niveles de eficiencia y calidad, en un contexto de gestión orientado a los resultados.
Producto de ir hacia a la mejora del funcionamiento; enfocado en modificaciones, rediseños, reingeniería e innovación; se puede generar cambios sustantivos en la gestión pública y un problema que se suele presentar es las resistencias por mantener el estatus y el poco interés que puede existir desde la alta dirección; en ese contexto es necesario incorporar los elementos asociados a la gestión del cambio en las entidades públicas, considerando los aspectos a planificar el cambio, organizar las capacidades y recursos para los cambios planificados, acompañado de una capacidad gerencial del cambio con el apoyo de la alta dirección institucional y el correspondiente control de gestión en el animo de un constante aprendizaje y de la incorporación de la mejora continua en el desarrollo de dicho cambio organizacional. Para poder gestionar el cambio, resulta de alto interés responder tres inquietudes básicas: 1) ¿por qué cambiar?, 2) ¿hacia dónde cambiar?, y 3) ¿cómo cambiar?.
Respecto a analizar ¿por qué cambiar?; se debe considerar en la gestión publica los aspectos vinculados a lo que requieren las poblaciones (basado en las necesidades, así como en la colaboración y la razón de las ideas humanístico democráticas en lugar de burocracia); considerando respecto a ello el medio ambiente cambiante que tenemos en la sociedad y en el desarrollo de la misma(expresado en transformaciones rápidas e inesperadas, el aumento en tamaño y complejidad de las organizaciones, así como la Diversificación y complejidad de la tecnología); y por último el desarrollo que se requiere de las relaciones que se generan entre las personas y grupos de interés (a nivel de sus percepciones y actitudes de las personas; teniendo en cuenta sus creencias, valores y expectativas, sin dejar de lado lo respectivo a los estándares de integración informales y a los aspectos informales y ocultos, más aun en un país lleno de informalidades en diversos campos de acción en donde se requiere).
Pero es necesario tener claro ¿hacia dónde cambiar?; debemos considerar que los tipos de cambios a generar en el campo organizacional deben estar en un enfoque de re-creación; considerando un desarrollo anticipador en el contexto temporal y en un desarrollo estratégico desde la perspectiva de la amplitud del cambio; pudiendo considerar en la magnitud del cambio organizacional trabajar bajo un contexto de planificación en un contexto de desarrollo, con perspectiva de lograr contextos transformacionales e ir a un desenvolvimiento de aprendizaje organizacional; de tal forma que se valore lo que se vaya logrando en la mejora de gestión pública bajo un contexto de ir obteniendo mayores niveles de cobertura y calidad de los servicios que redunden niveles de desarrollo social y económico en las poblaciones.
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