Enfoque de Capacidades para afianzar las Oportunidades de Desarrollo Territorial
Para aumentar las capacidades de desarrollo territorial en el marco de la descentralización debemos apostar por dos estrategias; una referida al proceso de regionalización que consiste en establecer espacios territoriales geoeconómicamente sostenibles y por otro lado deberíamos apostar por el establecimiento de una fuerte gobernanza territorial.
La regionalización es un proceso – dentro de la descentralización – que debe llevar algún día a la conformación de las regiones, que de acuerdo al Artículo 28 de La Ley de Bases de Descentralización, son unidades territoriales geoeconómicas, con diversidad de recursos, naturales, sociales e institucionales, integradas histórica, económica, administrativa, ambiental y culturalmente, que comportan distintos niveles de desarrollo, especialización y competitividad productiva, sobre cuyas circunscripciones se constituyen y organizan gobiernos regionales.
Esta circunstancia resulta difícil, porque para que ello suceda debemos tener en cuenta lo que dispone el Artículo 29 de la mencionada LEY, que establece que la conformación y creación de regiones requiere que se integren o fusionen dos o más circunscripciones departamentales colindantes, y que la propuesta sea aprobada por las poblaciones involucradas mediante referéndum (hubo 5 propuestas de regionalización en el 2005 y la población voto en contra de la posibles integraciones; salvo en el departamento de Arequipa donde gano el SI a la integración).
Mientras ello suceda, desde el marco constitucional se prevé el desarrollo de mecanismos de integración territorial como han sido las juntas de coordinación interregional al inicio del proceso, las propuesta que hubieron de las denominadas regiones piloto y lo que ahora tenemos que son las mancomunidades regionales que permiten realizar acciones conjuntas a las gobiernos regionales en el marco de la acción pública de servicios y proyectos de carácter interregional en la perspectiva de que apuntalen el desarrollo integral de sus territorios y sus poblaciones.
Mientras la regionalización se puede ir forjando, lo que propongo es poner énfasis en la gobernanza territorial, entendida como el conjunto de procesos dirigidos a administrar el territorio de un país a través de la participación y coordinación entre todos los sectores (público y privado), niveles de gobierno y la sociedad civil; respetando las competencias sectoriales y territoriales; pero considerando una noción comprehensiva que englobe el planeamiento territorial, el ordenamiento territorial y a la gestión del territorio.
La Presidencia del Consejo de Ministros, tiene una tarea estratégica, ya que cuenta desde hace pocos años con el Viceministerio de Gobernanza Territorial y que puede sectorialmente encaminar el ordenamiento territorial y su acoplamiento al rol del planeamiento territorial desde la labor del CEPLAN.
La principal preocupación del planeamiento territorial es la coordinación de políticas, pues deberá considerar la interacción entre los diversos actores del desarrollo sobre una amplia gama de temáticas y problemas públicos, a nivel económico, social y ambiental; configurándose como un proceso de carácter estratégico, general, intersectorial e intergubernamental que permite definir de manera participativa los objetivos estratégicos de un territorio determinado, de manera articulada con las políticas nacionales (sectoriales y multisectoriales) y el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (que pronto debe actualizarse); debiendo inclusive considerar los planes estratégicos sectoriales multianuales y los planes especiales multisectoriales para el desarrollo de los Planes de Desarrollo Regional Concertado y los correspondiente Planes de Desarrollo Local Concertado que permitan orientar la programación multianual de inversiones y la programación presupuestaria multianual, en la perspectiva de que el planeamiento territorial sea realizable y haga tangible el desarrollo territorial.
Comments