Homenaje a los voluntarios de las vacunas contra el COVID 19
De manera muy excepcional se ha hablado de la valentía, nobleza y solidaridad de los participantes. A través de estas líneas me gustaría destacar el rol crucial de los voluntarios, sin ellos no se hubiera podido comprobar la efectividad y la inocuidad de las vacunas.
Ser voluntario es una elección, es prestar oídos al llamado en nombre de la humanidad, respondiendo de manera categórica, con altruismo y entrega y no por deber u obligación.
Precisamente, el altruismo lleva a los voluntarios a no esperar más recompensa que el bien común, aún a costa de exponer su vida. ¿Se imaginan la reacción de los voluntarios al leer el consentimiento informado, antes de estampar su firma? Este documento contiene un largo listado de situaciones que potencialmente podrían presentarse bajo la forma de reacciones adversas o de eventos inesperados, ¿Cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a comprometernos?
¿Cuántos estaríamos de acuerdo con cumplir todo aquello que se les pide que hagan? Y no es algo sencillo. Las obligaciones pasan por comprometerse a lo largo de un año con asistir a los controles, sacarse muestras de sangre, recibir llamadas telefónicas diarias, acudir al Centro de Investigación cuando se les solicite, y a ser responsables con el uso de anticonceptivos.
Esta es una decisión que incluso compromete a la pareja del voluntario, ya que, al existir riesgo potencial para el producto de la gestación, el voluntario (refiriéndome de manera genérica a él o ella) debe hacer un doble esfuerzo de vencer sus propios temores y los de su pareja.
Estamos frente a un esfuerzo multitudinario, en el que un inmenso grupo de seres humanos, nos ha regalado la salvación. ¿Cómo recompensar tanta entrega? Quizás no habrá forma material de gratificarlos suficientemente, pero sí podemos tener un pensamiento de gratitud hacia ellos, tal vez una conmemoración desde cada uno de nuestros espacios que los honre y visibilice su sacrificio.
En el Perú se están llevando a cabo dos ensayos que tienen previsto congregar a 9,500 voluntarios, y somos parte del grupo de 18 países a nivel global, y 6 países en américa latina que está contribuyendo al desarrollo de las vacunas, aunque aún no tengamos aseguradas algunas de ellas.
Que la mayor retribución al sacrificio de estos valientes peruanos sea que nuestras autoridades realicen un mayor esfuerzo por protegernos del COVID 19.
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