7. ECONOMIA SOLIDA Y FUERTE: atractivo para el clientelismo político
En el Perú hace 38 años se decía que registró menos de 500 millones de dólares de reserva (fin gobierno Belaúnde), cinco años más tarde éstas fueron negativa (fin gobierno A. García) y al término del 2000, las reservas eran cercanas a 9 mil millones de dólares (fin gobierno A. Fujimori). La década de los 90 fue caracterizada por la vigencia de un nuevo modelo económico, basado en la inversión privada y el libre mercado y realizándose profundas modificaciones en la estructura del Estado y otras; treinta años después corroborándose con la realidad se puede afirmar que algunas siguen pendientes, como el caso de Petroperú , que bajo falso concepto de empresa estratégica sigue absorbiendo recursos públicos con el fin de cubrir sus pérdidas operativa (mala gestión y corrupción), sólo en lo que va del año (3 trimestres) sus pérdidas suman de 580 millones de dólares (2022).
El incremento de las reservas internacionales es uno de los más importantes indicadores que refleja la salud de la economía en términos macroeconómicos y es garantía para el mejor relacionamiento del país en el sistema financiero internacional; este crecimiento tiene un punto central de referencia que es la autonomía (por mandato constitucional 1995) del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP); con este candado se eliminó el manejo político y discrecional de la política monetaria a la que recurrían los gobiernos para cubrir los déficits fiscales (la farra fiscal) y que terminaron desencadenando la hiperinflación vivida en los años 88 - 90. La autonomía constitucional del BCRP puso fin a la emisión inorgánica de moneda (no más billetes sin valor).
Así se tiene que entre 2003 y 2022 las reservas pasaron de 10,194 millones a 71, 883 millones, es decir, aumentaron 6 veces. Por el lado del endeudamiento público externo, éste se incrementó pasando de 22,768 millones (2003) a 46,194 millones de dólares. En cuanto a la relación Deuda/PBI se dice que pasó del 13,4 al 18,9 % expresando que el país tiene holgada capacidad de endeudamiento y además reflejar mayor seguridad y menor riesgo para los capitales de inversión. Estos buenos indicadores macroeconómicos permitieron que el Perú, por primera vez en su historia, lograra con éxito la emisión de Bonos soberanos por un valor de 1,000 millones de dólares a ser pagados el 2121.
Si bien los indicadores macroeconómicos exitosos nos acompañan, entonces es pertinente preguntarnos ¿porque el Perú sigue mostrando alarmantes índices de empleo informal (subempleo), de pobreza y pobreza extrema, de salud y nutrición, de acceso a servicios básicos y de calidad (saneamiento, educación y salud), amplia brecha en infraestructura y sectores excluidos de modernidad y competitividad (pequeña agricultura y MYPES)?
La respuesta puede ser simple pero contundente, al afirmar que quienes administran el Estado y la llamada clase política, nunca fueron, ni son ahora, competentes para gestar nuestro desarrollo. El Perú tiene su presente condenado a ser administrado por un Estado fallido/disfuncional y con ello, poniendo en peligro la democracia y un futuro incierto.
Tabla. 4. Deuda Pública Externa y Reservas Internacionales (RIN)
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