El Perú y su democracia entre dos fuegos
corrupción e impunidad
Presentación
El Perú, por primera vez en su historia republicana, está asistiendo a una continuidad democrática en su forma de gobierno, que dice sustentarse en la participación del pueblo, por medio del sufragio universal y obligatorio y del control que ejerce el ciudadano sobre las acciones del Estado.
Al respecto, surgen muchas interrogantes que, de alguna manera, ponen en evidencia que este sistema de gobierno no está siendo el apropiado para la construcción del bien común; por ejemplo, ¿porque continuar con el voto obligatorio?, o es que, a sabiendas de la existencia de gran porcentaje de analfabetismo en la población, perennizamos la obligación para el ejercicio del derecho de elección, y terminamos favoreciendo a otros, ¿a quienes?
En cuanto a la acción de control, que se dice debe ejercer el ciudadano, como actor de la Democracia, los hechos demuestran que es el propio sistema quien con el monopolio del poder delegado por el pueblo construye sus mecanismos de protección frente al ejercicio de control ciudadano; algunos pueden argumentar que existen leyes y normas propias para el control, por ejemplo la Ley de revocatoria2 de autoridades de gobiernos subnacionales, cierto que los hay, pero en el fondo poco o nada sirven para sus fines, por el contrario sirven para iniciar vendettas y entronizar la corrupción.
La organización política y administrativa del Estado incluido los poderes, Legislativo, Judicial, así como el sistema político, por los resultados alcanzados en términos sociales y económicos reflejados en la existencia de grandes brechas de insatisfacción y exclusión, de los procesos de desarrollo, de los ciudadanos, parecen no ser entendidos, o a lo mejor formando parte del sistema dedican a construir sus propios mecanismos de defensa para así preservar y disfrutar de sus cuotas de poder.
Lo antes reseñado nos muestra que solamente refleja la disfuncionalidad del Estado y del sistema, el mismo que pide con urgencia cambios siempre que se apueste a fortalecer verdaderamente nuestra actual democracia, que, siendo débil e imperfecta y de mala calidad, pero es la mejor forma para una convivencia ciudadana y en libertad.
I. DEMOCRACIA Y SUS REFLEXIONES
La construcción y el fortalecimiento de la democracia en el Perú, está asociada directamente con el ejercicio de la ciudadanía, y está condicionada por el contexto económico político y sociocultural de la población. En dichos procesos, la educación es quizás el elemento más importante que determina la calidad de su ejercicio y de las relaciones y convivencia democrática. Así entonces, es preciso señalar que sus deficiencias tienen su origen en las desigualdades económicas y el propio Estado, que las alienta y exacerba; también es necesario reconocer que su existencia y potencialidades están en la misma sociedad; es decir, en los ciudadanos y sus organizaciones.
En los últimos 65 años la palabra Democracia ha sido utilizada como slogan, por dictadores y demócratas, invocando gobernar siempre en beneficio del pueblo y en defensa de la Democracia; a la luz de sus resultados, no resulta ligero señalar que en el fondo sus accionares lejos de sus propósitos sólo obstaculizaban el camino hasta terminar convertidos en los primeros malos ejemplos de cómo se puede pervertir la democracia. Son estos actores, “seudo defensores”, los arquitectos del manual para destruir o envilecer esta forma de gobierno; haciendo primar sus intereses ideológicos políticos, apetitos personales y de enriquecimiento, sin importarle para nada el pueblo, actor gravitante en toda democracia.
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