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Victor Vásquez

Victor Vásquez / Conocer y gestionar agro (5 de 7) 

El agro: conocerlo para gestionarlo

 

 

EMPLEO MAS ALLA DE LA AGRICULTURA

La agricultura es señalada como uno de los más importantes sectores que participan en la generación de empleo, ocupa casi 1 /4 de la PEA; este indicador es relevante para su análisis que conlleve a generar nuevos enfoques en términos de empleo, por ejemplo, relaciones de contratación laboral, condiciones de empleabilidad y cómo fortalecer aquellas relaciones tradicionales basadas en el intercambio de trabajo (formas o relaciones de retribución no monetaria).

 

La ENA (2022) señala que, el 53 % de los productores se dedican exclusivamente a actividades agropecuarias constituyéndose en sus principales fuentes generadoras de ingreso (no necesariamente en suficiencia); además que, el 46 % restante de productores encuentran en otras actividades sus fuentes, complementarias o principales, de ingreso.  Esta segmentación de actividades desarrolladas resulta pertinente conocerlas en tanto puede facilitar la implementación de acciones orientadas a fortalecer y mejorar sus capacidades, con el propósito de mejorar sus niveles de eficiencia y productividad (comercio, servicios, etc.).

 




SERVICIOS DE EXTENSION, CASI INVISIBLES

El mejoramiento de la competitividad de la pequeña y mediana agricultura resulta siendo una prioridad en tanto se permitiría revertir las condiciones de pobreza y extrema pobreza del productor agropecuario. Estos logros deben mejorar, entre otros, la productividad física y económica de la producción agropecuaria. Es indiscutible el aporte de los programas de capacitación y asistencia técnica para el productor siempre que sean implementados en coordinación con el productor agropecuario.

 

La realidad agrícola, para el segmento de la pequeña y mediana agricultura (casi 2 millones de productores), nos dice que están muy alejados de ser competitiva en razón a que, del universo de productores existentes, solamente el 6,6 % recibieron capacitación y el 3,8 % recibieron asistencia técnica (ENA 2022). Es decir, la brecha “tecnológica” versada en el mejoramiento de capacidades (capacitación) y el uso y adopción de tecnología (asistencia técnica), no hacen más que reflejar cuan distante esta nuestra agricultura de ser competitiva, reflejándose en el bajo nivel productivo y, en consecuencia, seguir siendo una actividad de bajos ingresos y su consecuente pobreza. 

 

 Acortar esta brecha será posible mediante una reconfiguración de los programas públicos en materia de capacitación y asistencia técnica, implicando nuevos enfoques y nuevos modelos organizativos; dichos modelos deben estar orientado a generar su propia sostenibilidad y su empoderamiento en los demandantes (productores) y ofertantes (servicios). Al respecto, en una reciente publicación se aborda esta iniciativa y se concluye que, el agro requiere un total cercano a 20 mil proveedores de estos servicios (Las oportunidades perdidas por la corrupción. Vásquez et.al. 2024).

 



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