EL NIÑO GLOBAL Y SU IMPACTO EN LA AGRICULTURA
Inseguridad alimentaria y mayor pobreza
10.1.2 En la región de la sierra
La región andina caracterizada por su importancia en abastecer gran parte de la oferta agrícola de consumo directo para las familias (mercado interno); sus pérdidas por efecto del Niño Global (sequías) se estiman en el orden de 4,933 millones de soles (equivale al 24,3 % del total de pérdidas); la afectación en la superficie agrícola será de 1,1millones de hectáreas y 7,2 millones de toneladas de producción agrícola. Para la sierra centro - sur, que sigue siendo azotada por la sequía (viene desde mediados 2022), sus pérdidas sumarían 3,803 millones de soles y 796 mil hectáreas afectadas, impactando en una reducción de la producción alimentaria, equivalente a 6,0 millones de toneladas, Tabla 25.
El Niño Global para esta parte del país se expresaría en dos escenarios opuestos; para la zona norte, serán lluvias intensas mientras que la sierra centro sur, sentirá los efectos de la sequía (lo sigue experimentando). Así, con esta diferenciación climática se tiene que para la sierra norte el Niño Global estaría ocasionando pérdidas económicas en café del orden de 423,9 millones, en arroz de 186 millones y en papa de 143,9 millones, como las más resaltantes. En términos agregados, la pérdida de producción agrícola representaría el 4,3 % de la producción nacional y afectaría al 9,6 % del total de superficie cultivada nacional, Tabla 26.
La sierra centro - sur, conocida como la despensa de alimentos para los mercados de las grandes ciudades urbanas; el Niño Global en términos de superficie afectaría a casi 796 mil hectáreas que representa el 24,8 % del total nacional y su repercusión se traducirá en una menor producción de 6,0 millones de toneladas de alimentos (20,8 % del total nacional). Los cultivos de mayor gravitación en la agricultura y que sentirán los mayores impactos son quinua, cuyas pérdidas de producción equivalen al 58,2 % de la producción nacional, seguido del haba grano seco con el 53,9 %, la papa cuyas pérdidas representan el 48,8 % de la producción nacional y el maíz amiláceo el 49,3 % de la producción total, entre otros, Tabla 27.
XI. INCREMENTO DE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA
Los efectos inmediatos del Niño Global en la agricultura será la destrucción total o parcial de las plantaciones agrícolas y de la infraestructura productiva; al respecto, la FAO advierte que se elevarán los niveles de inseguridad alimentaria afectando a las poblaciones más vulnerables. Sus impactos son previsibles en la menor disponibilidad de alimentos para el consumo.
Para el caso de Perú, la pérdida de alimentos será de gran impacto; así se estima que la oferta de maíz amiláceo se verá reducida en 303 mil toneladas cantidad que equivale al 85,5 % de la producción nacional, en papa la reducción será de 4,1 millones de toneladas equivalente al 67,1 % de la producción nacional; para los casos de cebada g. y haba g.s. por su importancia en la canasta alimentaria, la reducción en la producción equivale al 62,9 % de la producción nacional.
La reducción de la oferta en los casos de maíz amarillo, arroz y trigo, demandarán un incremento en las importaciones de dichos productos y su consecuente impacto en la balanza comercial agroalimentaria; en el caso del maíz amarillo, la menor oferta interna disponible representa el 41,5 % de la producción nacional, en arroz el 38 % y trigo el 64,7 %. Los déficits señalados comparado con los volúmenes de importación equivalen para el caso del trigo al 5,4 %, en maíz amarillo al 21 % y en arroz (pilado) el equivalente a 2 veces los volúmenes de importación, Tabla 28.
XII. QUE HACER
Toda, corrección de un ser humano, una familia, una institución o un PAIS, empieza por un serio y correcto diagnóstico situacional que permita identificar los orígenes de todos sus males que causan su mal funcionamiento; en el caso del agro, a más de dos décadas diagnósticos existen, en demasía, pero su abundancia sólo refleja total desconocimiento de su dinámica social, económica, tecnológica e institucional. Entonces, esta realidad termina reflejando la precariedad técnica e institucional y su correlato de atraso y pobreza para el 98 % de los productores.
El caos, desgobierno y orfandad técnica de como desde los gobiernos de turno se dirige e impulsa el agro tiene su origen en la ausencia total de una Política de Estado para el Agro, las existentes sólo obedecen a personalismos ministeriales y demagogia política; el mal ejemplo es que durante 6 últimos años se han designado 12 ministros de agricultura; en conclusión, el Perú sufre un problema endémico afirmándose que la CABEZA de sus conductores están vacías. Entonces la pregunta o preguntas que el agricultor se formula con insistencia es ¿Qué hacer?, frente al Niño Global.
Refundación del MIDAGRI; sobre criterios de verdadera Meritocracia y Decencia; no se puede seguir confiando en la conducción de un sector estratégico a personajes de probada incompetencia (por gestión y corrupción) y desconocimiento de la realidad agraria como tampoco en funcionarios de probada mediocridad. No acometer esta tarea es asegurar que los dineros públicos serán dilapidados con la consecuente precarización del agro y pauperización de la vida de 2.2 millones de familias agrarias.
A pesar de lo señalado en párrafo anterior y así mitigar los posibles impactos que el NG ocasionará en el agro se propone:
En materia de infraestructura y conectividad:
Acelerar los trabajos de limpieza, mantenimiento y protección de ríos y quebradas: acciones que deberán ser realizadas en coordinación con las Juntas de usuarios y Comisiones de riego, bajo la supervisión de los Colegios Profesionales y de las Veedurías ciudadanas. Los productores se preguntan ¿porque el MIDAGRI contrata a empresas para estas tareas? si casi todas no tienen experiencia ni capacidad técnica.
En un futuro mediato-post NG, iniciar con los estudios técnicos para lograr el encauzamiento de los ríos y la construcción de defensas ribereñas, ello será la mejor protección de campos y ciudades y del patrimonio de las familias.
Un programa de afianzamiento hídrico que incluyan pequeñas, medianas infraestructura de almacenamiento de agua (incluyendo los predios), la rehabilitación y explotación sostenible de las aguas subterráneas (costa, sierra y selva); estamos en el siglo 21 y el Perú no lo tiene. Las Qochas (siembra y cosecha de agua) tienen abundante voluntarismo, pero carecen de una visión integral para el desarrollo.
Un programa de mantenimiento de caminos y trochas carrozables que permitan la transitabilidad para el abastecimiento de insumos y productos a los mercados; debe ser ejecutado con las Comisiones de riego y los gobiernos locales.
Un programa de drenaje parcelario donde los productores no vean como sus campos inundados y encharcados son sinónimo de destrucción de sus cultivos, ya pasó con el mango, limón, platanares y otros.
Con prioridad, en la costa norte, poner en marcha un plan de siembra de forrajes que permita cubrir la demanda de los ganaderos del sur; además, programas de cultivos alimenticios aprovechando la humedad residual de los suelos y reforestación para la recuperación de los bosques degradados; eso es aumentar la oferta alimentaria.
En materia de financiamiento: Este debe ser encarado para asegurar los recursos necesarios que demandan las actividades de prevención y de amortiguamiento de la esperada crisis económica que generaría el NG. Asignar los recursos que demanda el agro y su protección, nunca será poner en peligro la “caja fiscal”; más dañina para la economía, es el reparto de bonos improductivos.
Estructurar un plan de financiamiento familiar para asegurar los ingresos dejados de recibir por desempleo y pérdidas de sus cultivos.
Asegurar el plan de financiamiento para el cultivo de productos alimenticios, como prioridad, con tasas de interés razonables y el aseguramiento real de los créditos agrícolas en una lógica de recuperar los créditos otorgados (no engañar con el seguro agrario catastrófico).
Estructurar financiamiento para revertir las perdidas y hechos de insolvencia crediticia para los productores que tuvieron pérdidas por el YAKU y sequía (así se evitan pérdidas patrimoniales de los productores).
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