Mitos y realidades después de la cumbre de APEC 2024 en Perú
Este artículo busca interpretar las dinámicas económicas latinoamericanas, un tema del que se habla poco, pero que puede servirnos como guía para comprender el impacto continental de China tras la cumbre de APEC 2024 en Perú.
1. La personalidad de nuestro continente:
En primer lugar, la sociedad latinoamericana, desde México hasta Argentina, enfrenta un fenómeno estructural marcado por la deformación de sus leyes, normas e instituciones, las cuales ya no son capaces de sostener a sus actores individuales y colectivos.
A esto se suman la informalidad de sus economías, la ausencia de programas sólidos y los problemas de conducta de sus burócratas, quienes dificultan la alineación de las motivaciones del sector privado, al no poder prosperar sin servicios públicos suficientes y adecuados.

Figura N°01: Incremento de protestas ante actos de corrupción en Latinoamérica.
Fuente: Fondo Monetario Internacional, 2024.
Este fenómeno se observa en países como Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Chile, Brasil y otros de la región e incluso del mundo, pero, debido a su intensidad en un territorio tan extenso, revela una clara deformación del Estado, algo que no siempre fue así. En el pasado, tanto el orden oligárquico, el neoliberalismo como los regímenes populistas dictatoriales o democráticos, permitían insertar a nuestros países en una matriz sociopolítica fácilmente, hoy eso cambio. La manera desbordada, oblicua o torcida de cómo funciona nuestro Estado, se ha convertido en el “modus vivendi" Latinoamericano, y explica con ello todos los demás males endémicos.
Esta gran sociedad, en la que ya no se controla a los políticos y en la que se normalizan las transgresiones a las normas y la autojustificación de quienes participan en el espacio público, permite que estos actores no se sientan obligados a mantener una conducta ética ni a rendir cuentas. En lugar de ello, imponen sus intereses particulares sin ofrecer justificación alguna.
Evidentemente, algo no está funcionando bien en nuestra sociedad continental. A pesar de nuestra riqueza y diversidad cultural, seguimos sin reconocer ni aprovechar nuestras potencialidades. Un contraste evidente es el de los cien mil chinos que llegaron al Perú en el siglo XIX; y aunque fueron sometidos a duras condiciones de trabajo, su propósito era claro: regresar a China exitosos.
En Asia, los asuntos de Estado y mercado se tratan como temas técnicos, no como cuestiones populistas que se resuelven con huelgas o incrementando aranceles a las importaciones. En un futuro cercano, debemos romper el mito de que el Estado es el eje central de la vida Latinoamericana y, en su lugar, impulsar alianzas regionales que nos permitan comerciar en bloque con el mundo, actuando como un solo mercado.
Actualmente, Latinoamérica exporta más a Asia de lo que importa. Brasil lidera el cuadro con 122.000 millones de dólares en exportaciones a China, seguido de Chile con 43.000 millones, Perú con 25.000 millones, Ecuador con 7.800 millones y Argentina con 6.600 millones. Este panorama nos lleva a cuestionarnos: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Estados Unidos nos ha dejado solos, o quién debería liderar el comercio latinoamericano?
En los años setenta, Kissinger pronosticó que Brasil sería una potencia mundial para el año 2000. Sin embargo, estamos en 2024 y Brasil aún no ha alcanzado ese estatus. A pesar de contar con una clase media de 250 millones de personas, el país no ha logrado superar los desafíos de la inseguridad social y la estabilidad económica.
Es fundamental que Brasil reforme su Estado en un contexto Latinoamericano que necesita de su dinamismo económico. Brasil tiene el potencial para convertirse en una potencia mundial en comercio exterior, y para ello, nuestros países deben alinearse mediante corredores de conectividad marítima y ferroviaria que atraviesen el continente, conectando ambos extremos del océano Pacífico con Asia y Latinoamérica.

Gráfico N°01: Principales Economías del Mundo al 2024.
Fuente: howmuch.net
2. El Mito de la dominación geopolítica:
Se considera que la entrada de COSCO SHIPPING al puerto de Chancay, en Perú, podría convertirse en una base estratégica para China, reavivando una antigua agenda geopolítica que han compartido durante más de cincuenta años, incluso con objetivos comerciales comunes.
Esta coyuntura podría intensificarse al crearse Zonas Económicas Especiales (ZEE), mediante negociaciones que atraigan inversión privada de diversos países de la región, independientemente de su ámbito, tamaño y economía. Sucesos como este nos recuerdan las palabras de Mao Tse-Tung, quien en un escenario similar dijo: “EE. UU. no entrará a menos que se le permita acceder a todo el Pacífico, lo cual requiere la cooperación de Japón y otros países menores”.

Gráfico N°02: Proyección Mundial de crecimiento económico al 2025.
Fuente: Fondo Monetario Internacional, 2024.
Sin embargo, Estados Unidos es consciente de que, si COSCO SHIPPING no logra conectar el puerto de Chancay con Brasil en el marco del comercio internacional con Asia, perdería su influencia en el Pacífico. Esta justificación, de tintes maquiavélicos, del nuevamente presidente Trump para implementar una política de precios sobre las mercancías producidas en EE.UU., busca ser aplicada a China a partir del 20 de enero de 2025, y tendría repercusiones en nuestra región.
Por otro lado, las tensas relaciones entre China y Estados Unidos, forjadas a lo largo de años de rivalidades y guerra de inteligencia, podrían desembocar en una intervención geopolítica, en un contexto donde China está decidida a convertirse en la economía más poderosa del mundo en los próximos años.
3. El pensamiento racional del sector privado Latinoamericano:
El pensamiento liberal Latinoamericano ha estado dominado por la Business School (escuelas de negocios) no ha estado dominado por las escuelas de filosofía, tampoco por el pensamiento histórico, lo cual era crucial para reflexionar sobre la evolución de lo público y privado. Por lo que buscar registros que nos hagan entender el progresismo de la izquierda o derecha Latinoamericana, es en vano, no existe.

Figura N°02: Compañías Chinas con presencia en Perú y Latinoamérica al 2024.
Fuente: Elaboración Propia.
A lo largo del tiempo, hemos sido testigos de una sucesión de regímenes políticos de izquierda y derecha, caracterizados por la falta de liderazgo, debilidades institucionales e incapacidad para regular eficazmente, junto con continuos actos de corrupción por parte de sus burócratas.
En este contexto, al intentar identificar las brechas de productividad (GAP) en el sector de los microempresarios y comparar su desempeño real con el desempeño deseado, vemos que estos no tienen claridad sobre su situación actual ni sobre sus metas a futuro. La mayoría parece operar en piloto automático, como si estuvieran en una economía de subsistencia, después de la pandemia de COVID-19.
Es evidente que los empresarios reconocen la necesidad de redefinir el rol del Estado y estructurarlo de manera que fomente ecosistemas virtuosos, con incentivos claros y una rentabilidad comprobable. De lo contrario, formular cualquier plan de comercio exterior continental será un fracaso.

Figura N°03: Conexión marítima directa desde Shanghái a Chancay entre sus puertos.
Fuente: Elaboración Propia.
Latinoamérica debe centrarse en trabajar en estos ecosistemas y escenarios de nuevas libertades, donde no se frene ni fragmente el mercado. Al contrario, es fundamental fortalecer al sector privado, afianzar el comercio exterior con Asia y fomentar el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. Además, es clave aprender cómo superar el 'valle de la muerte', ese periodo crítico que, en un lapso de cincuenta años, transformó a una nación agraria con una industria incipiente en lo que hoy es China.

Figura N°04: Creación del Banco Asiático (2012) para Inversiones en Infraestructura “AIIB”
Fuente: Fotografía de reunión anual de gobiernos asiáticos 2018.
Finalmente, la banca en nuestro continente ha estado históricamente dominada por Estados Unidos, y mientras China no cuente con un banco fuerte en Latinoamérica, no podremos afirmar que realmente es una potencia en la región. Para lograrlo, China debe consolidar su presencia en servicios de crédito y microcréditos, dirigidos tanto a la compra de bienes como al impulso de proyectos y negocios.
Es posible que su nueva iniciativa de la "Ruta y la Franja de la Seda", de la que somos socios, funcione como una especie de caballo de Troya para fortalecer su influencia en la región. Sin embargo, no podemos quedarnos a la espera; este es el momento adecuado para enfocarnos en revitalizar nuestra economía continental y posicionarnos dentro del grupo de las más fuertes del mundo.
4. Conclusiones:
Rara vez las cosas suceden tal como se prevén. Por eso, este artículo deja al lector la libertad de llegar a sus propias conclusiones, especialmente en cuanto a lo que ocurrirá en Latinoamérica en los próximos meses luego de la asunción de Trump al poder.

Figura N°05: Lula y Xi Jinping, en firma de acuerdo de comercio, ciencia, tecnología y lucha contra el cambio climático en Beijing 2023.
Fuente: https://www.gov.br/pt-br
Sabemos que la calidad humana de nuestros gobernantes es fundamental para la integración latinoamericana. Sin embargo, los ejes clave de este proceso radican en dos aspectos fundamentales: a) Convencer a Brasil de que su rol en la región es ser la locomotora del nuevo modelo de desarrollo económico Latinoamericano, y b) Reconocer que su idioma es un factor determinante.
Dado que este último punto trata de una cuestión cultural, es necesario abordarlo desde un enfoque científico, implementando políticas lingüísticas que promuevan la enseñanza del español y el portugués en la educación básica regular de Latinoamérica, con el objetivo de construir una identidad continental bilingüe en los próximos diez años.
Finalmente, Latinoamérica no debe conformarse con tratar de recuperar lo que fuimos hace treinta años o pensar que los regímenes pasados volverán, porque eso no sucederá. El contexto ha cambiado; no estamos en el mismo momento histórico. Estamos viviendo una era de reinvención, en el vértice de una transformación profunda, con un destino distinto que nos desafía a enfrentarnos a una nueva modernidad que se viene.
Referencia:
El autor es Doctor en Gobierno y Políticas Públicas por el IGGP de la USMP. Máster en Gestión Pública por la Universidad del Pacífico y Máster en Gerencia de Proyectos, Ciencia Política y economista por la PUCP de Lima Perú. Titulado del Programa de Gobernabilidad en la George Washington University (GWU) y especialista por el Banco Interamericano de Desarrollo – BID para proyectos de desarrollo sostenibles PM4R.
Cuenta con estudios postgrado en sociología, innovación, transformación empresarial, realizados en la CEPAL/ONU, ESAN, Universidad de Lima e IBM del Perú. Durante el periodo 2000 al 2012 ha sido profesional especializado en reingeniería en LIEBHERR de Nenzing-Austria, Barcelona- España, IBM de Sterling Forest de New York, Microsoft Corporation de Fort Lauderdale EEUU, en Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Panamá, México y Venezuela.
Tiene más de 20 años de experiencia como funcionario público y privado en proyectos de Desarrollo Tecnológico e Innovación, periodo dentro del cual ha investigado, instruido y publicado sobre: Teoría de las Macro-Organizaciones y Transformación del Estado. Este último está siendo publicado por Editorial Norma de Bogotá-Colombia. Actualmente es miembro de la RIN – Perú.
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