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Saúl Barrera / Esperemos que prime la cordura

  • Foto del escritor: Análisis Efectivo
    Análisis Efectivo
  • 24 ago 2020
  • 1 Min. de lectura

El congresista Marcos Pichilingue ha presentado un proyecto de ley a través del cual propone modificar dos artículos de la Ley de Creación de la ATU. En uno se precisa que la ATU otorgue autorización en las rutas alimentadoras (ATU ya cuenta con dicha facultad); y, en otro, se modifica el número de representantes de la MML en el Consejo Directivo, reduciéndolo de 3 a 1 (?).


Ambas propuestas carecen de sustento adecuado y son innecesarias. Pero, en realidad, lo más trascendente del proyecto, está camuflado en su única disposición complementaria. Ahí, se propone extender por 6 años, y en forma automática, los permisos de circulación que las empresas de transporte urbano tienen actualmente (!). Es decir, no interesa si las mismas cumplan o no con los requisitos o si se adecuan o no al nuevo marco legal. Se busca, en forma grosera, que el Congreso, prácticamente, otorgue autorización a estas empresas, ejerciendo una función administrativa que no le corresponde.


Así, por un lado, tenemos a la ATU que prorrogó esas autorizaciones por un año más y hasta ahora no es capaz de aprobar los reglamentos de transporte urbano, habiéndose vencido el plazo en el 2019; y, por otro lado, a representantes en el Congreso que, desde tiempo atrás, buscan sabotear la alicaída reforma de nuestro transporte urbano.


Esperemos que prime la cordura; y, que esta propuesta, no sea aprobada, por el bien de la ciudad.





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