Existe la idea que los estados centralizados son más eficaces para enfrentar crisis sanitarias, por su unidad de mando y aparentemente mayor agilidad para ejecutar decisiones. Pero, se presentan dos ejemplos que ponen en cuestión la aseveración: Alemania en Europa; y, Colombia en América Latina.
Si bien en los modelos descentralizados se dan fricciones entre los Jefes de Estado con las autoridades locales, en Colombia dicha tensión en medio de la crisis ha sido productiva y mostrado resultados. Generalmente, las controversias han surgido por la preocupación de los gobiernos nacionales por la economía del país. Mientras, las autoridades locales solicitan endurecer las medidas de aislamiento y cuarentena. Eso lo hemos visto no solo en Colombia, también en Chile, Brasil, México entre otros.
En una reciente declaración, la Alcaldesa de Bogotá señaló: “El presidente manda, pero que mande bien”, refiriéndose al reinicio de las actividades económicas dispuesto por el Ejecutivo. Ella solicitaba que sea secuencial y gradual. Al final, Duque cedió y las autoridades locales participarán del proceso verificando los protocolos. Asimismo, antes que el P. Ejecutivo decretara la cuarentena nacional, ella ya había ejecutado un simulacro de la misma. “Cuando el gobierno nacional se veía desorientado, Bogotá marcaba el camino”, refieren algunos analistas. Y no se trata de generar tensiones innecesarias, sino de buscar resultados frente a la crisis.
Y hasta ahora los números parecen acompañar a Colombia. A pesar de tener la tercera población más grande América Latina (50 Mill. Hab.), desde el 06/03 marzo sólo ha registrado 6507 contagios y 293 muertes por covid-19.
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