VII. Ineficiencia y Corrupción y sus Costos de Oportunidad para el Agro
Los fenómenos climáticos, expresados en sequías e inundaciones, vienen causando desastres en el medio rural con las consecuentes pérdidas en activos e ingresos de los productores, dejando sentir sus mayores impactos especialmente en los pequeños y medianos productores; los afectados, pasado esta crisis climática y sumada el total abandono por parte del Estado, sentirán que su pobreza y descapitalización va en una escalada sin fin.
La crisis de pobreza y descapitalización no puede ser atribuida única ni exclusivamente a los recientes desastres, esta realidad data de décadas de abandono o intervenciones cortoplacistas que lejos de solucionar las demanda críticas, terminan por insertar otras prácticas ajenas y contrarias para una agricultura sostenible y competitiva; nuestras autoridades lejos de culpar a las lluvias con su ineptitud demostrada terminan desperdiciando nuevas oportunidades para aprovechar nuestras capacidades y diversidad productiva, expresadas en las ventajas comparativas que exhibe el Perú agrario, cuya potencialidad desperdiciada no permiten incrementar los negocios agroalimentarios desaprovechando las crecientes demandas de los mercados alimentarios globalizados.
Para entender las oportunidades perdidas que sigue enfrentando el agro, partiremos haciendo un análisis a los presupuestos de los últimos seis años asignados por el Estado (sus tres niveles de gobierno) para la llamada función agraria; así resulta muy claro entender y corroborar que la crisis del agro tiene sus orígenes en dos pilares cargados de perversidad y practicada por quienes asumen el control/dirección pública, nos referimos a autoridades desde Presidentes de la República, ministros de agricultura, gobernadores regionales y alcaldes. Estos dos pilares son la Corrupción e Ineficiencia.
La ineficiencia se expresa en la incapacidad por ejecutar la totalidad de los presupuestos; así, en líneas generales se tiene que el 29,4 % del presupuesto anual para la función agraria es devuelta al Tesoro público, resultante de la incapacidad del propio Estado; es decir, anualmente se deja de invertir un total de 2,083.7 millones de soles. La ineficiencia, según los niveles de gobierno, indica que los gobiernos subnacionales son los de mayor ineficiencia al no ejecutar entre 639 y 782 millones por año; el gobierno nacional (MIDAGRI), anualmente deja de ejecutar un aproximado de 662 millones. Irónicamente estos resultados, confirman el alto nivel de ineficiencia pública existente contradiciéndose con el crecimiento de la burocracia y otros tipos de servicios (consultores) que contratan, bajo el supuesto de mejorar la eficiencia de la gestión agraria.
Ahora abordemos el otro pilar que, desde el Estado, juega en contra del agro, nos referimos a la corrupción; tomando como referencia resultados de la CGR respecto a la determinación de la corrupción se dice que el Perjuicio Económico que causa la corrupción, en la función agraria, asciende anualmente a 745,6 millones de soles; este perjuicio distribuido según nivel de gobierno señala que el 46 % corresponde al gobierno nacional (MIDAGRI), el 31 % a los gobiernos regionales y, el 25,5 % restante, a los gobiernos locales. Ironía es comprobar que el mayor perjuicio económico (Corrupción) sea en el sector público agrario -MIDAGRI - con 343,1 millones anuales . Tabla 17.
En suma, con estos resultados aún queda duda que ¿la situación de crisis técnica y económica que atraviesa el agro, de las mayorías, es gestada, construida y profundizada por el propio Estado?, ninguna duda, en tanto se sabe que en sus interiores anidan los actores y los clanes causantes de estas prácticas que atentan contra la institucionalidad, la sociedad rural y la democracia.
Esta desinstitucionalización pública que es construida por clanes, de ineficientes y corruptos, enquistados en la función pública agraria, es percibida por los productores al señalar que, es mejor que cierren el MIDAGRI y las Agencias Agrarias (GORES) y el agro seguirá asegurando los alimentos, el empleo y riqueza a los peruanos y al Perú.
La corrupción e ineficiencia, a decir de la CGR, son las formas de cómo se roban los dineros públicos, uno de manera directa y el otro de forma indirecta. Para la función agraria, el costo de oportunidad se traduce en lo que se dejó de hacer con los dineros de la corrupción.
A manera de resumen se tiene que, los dos males (corrupción e ineficiencia) no sólo están afectando a la economía y sociedad agraria, sino que también están robando y con ello dejar de aprovechar las oportunidades para construir el agro que el Perú merece por su riqueza e impactos transversales que genera esta actividad productiva. La tabla 18 muestra los costos de oportunidad que representa la corrupción en la llamada función agraria.
VIII. A manera de recomendaciones
Interpretando el sentir del ciudadano de a pie, cansado de escuchar a los Presidentes de la República, Ministros de Estado, Gobernadores, Alcaldes, Jueces y Fiscales, Congresistas de la República, por allí algunos empresarios y a los “jefes” de los partidos políticos - negocio-, quienes al unísono se comprometen liderar/luchar contra la corrupción, discursos y compromisos que el viento se encarga de llevarlos y terminar demostrando que estos mismos personajes, son quienes le roban al Perú y a los más pobres; estos personajes que dicen defender y trabajar por los más pobres y vulnerables al final sea directa/indirectamente terminan robándole al Perú cuando menos 25 mil millones por año y además siendo cómplices de la ineficiencia del Estado a quien lo convierten en sus guaridas para el pago de favores y clientelismo político.
Dicho esto, nos atrevemos a señalar que, dada la metástasis de estas dos formas de cáncer, fortalecido por la abundancia de recursos (crecimiento económico) y la ceguera en el propio Estado (por convivir con formas ilegales de actividades económicas/productivas), están poniendo en peligro nuestra propia existencia como Estado y Sociedad. Por ello nos permitimos proponer:
a) Promover estudios para identificar y cuantificar los costos de oportunidad que le corrupción genera en los mercados de bienes y servicios públicos y privados y en especial aquellos ligados a la agricultura;
b) Promover desde la sociedad civil, incluido organizaciones agrarias, campañas de sensibilización para una toma de conciencia acerca de lo imperioso y urgente que es proceder a un cambio total de la administración del Estado, en todas sus formas de organización;
c) Promover hacia una nueva forma de organización del sistema de administración de Justicia (no autonomía, no provisionalidad no discrecionalidad) y asegurando la participación directa de los ciudadanos;
d) La urgencia de realizar las reformas políticas que garanticen conducirnos a forjar una verdadera democracia y desterrar la farsa y mentirosa democracia, seudo participativa; nunca más partidos políticos convertidos en negocios y centros para delinquir;
e) Una refundación del sistema educativo, apostando por una educación en valores y útil para nuestro desarrollo (cambiemos a los docentes por Maestros);
f) Modificar el código Civil y Penal, estableciéndose la muerte civil a quienes practiquen/fomenten actos de corrupción e inhabilitación perpetua para servir o contratar con el Estado, para corruptos y corruptores.
“El hoy y el futuro del Perú está en las manos y capacidad de sus hijos de bien”
“El bienestar y desarrollo, anhelado, jamás pueden quedar en manos y voluntades de delincuentes y corruptos”.
“El dinero alcanzará siempre que nadie se lo robe”.
Referencias:
Los autores: Víctor Vásquez Villanueva (MSc). Economía Agrícola. Consultor en Desarrollo Rural, Políticas de Desarrollo y Agronegocios. Director Ejecutivo; Jaime Salomón Salomón (PhD). Ingeniero. Ex Vice Ministro de Agricultura, Profesor Investigador - UNI. Presidente; Jorge Arévalo Acha. Comunicador Social y Escritor; Líder y Productor Agrario – Piura. Coordinador Regional. Todos son miembros de la Asociación Civil “Defensoría del Productor Agrario”.
Email: defensoragro1@gmail.com
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