Thomas Hobbes, en su obra Leviatán (1651), describió al Estado como una figura todopoderosa creada por el contrato social para garantizar el orden y la seguridad. Este Leviatán, compuesto por la voluntad colectiva de los ciudadanos, debe protegerlos de la anarquía y el caos. Sin embargo, en la era moderna, este "monstruo artificial" enfrenta desafíos que Hobbes nunca pudo imaginar: un mundo interconectado, complejidades sociales crecientes y el inmenso volumen de datos generado diariamente. Ante estos retos, la inteligencia artificial (IA) surge como una herramienta crucial para fortalecer al Leviatán y hacerlo más eficiente, transparente y responsivo.
En el siglo XXI, los Estados deben lidiar con problemas complejos que afectan a millones de ciudadanos. Desde garantizar servicios públicos de calidad hasta proteger la información sensible, los gobiernos enfrentan una demanda creciente de eficiencia y transparencia. En América Latina, las brechas en salud, educación, justicia y gestión de recursos son especialmente evidentes. Además, la burocracia, la corrupción y la falta de recursos humanos capacitados dificultan la resolución ágil de estos problemas.
Según el reporte ExperiencIA de la CAF, la inteligencia artificial podría transformar profundamente los servicios públicos y modernizar los Estados de la región. Sin embargo, esta revolución tecnológica solo será útil si se implementa con marcos éticos claros, gobernanza de datos y un enfoque estratégico en la capacitación de la fuerza laboral.
La IA tiene el potencial de abordar los desafíos del Estado moderno mediante la automatización de tareas rutinarias, el análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real y la mejora de la toma de decisiones. Algunos ejemplos destacados incluyen:
1. Servicios públicos más eficientes
La IA puede mejorar significativamente áreas como la salud, la educación y la justicia. Por ejemplo:
En salud, sistemas basados en IA como los utilizados en Estados Unidos pueden detectar enfermedades infecciosas rápidamente y proporcionar información en tiempo real sobre su propagación.
En educación, herramientas como el Dropout Early Warning System de Wisconsin ayudan a reducir la deserción escolar mediante alertas tempranas basadas en patrones de datos.
En justicia, el análisis semántico de datos permite acelerar procesos judiciales y hacerlos más equitativos.
2. Gobernanza basada en datos
La IA puede optimizar la recaudación de impuestos y el gasto público. Experiencias como la plataforma ProZorro en Ucrania demuestran cómo la IA puede transparentar las compras gubernamentales y reducir la corrupción.
3. Seguridad y defensa
Desde la detección temprana de ciberamenazas hasta el mantenimiento predictivo de vehículos militares, la IA fortalece la capacidad de los Estados para proteger a sus ciudadanos. Tecnologías como las de NetApp permiten detectar anomalías que podrían pasar desapercibidas con métodos tradicionales.
4. Gestión ambiental y urbana
La IA también puede optimizar el manejo de residuos, la gestión del tráfico y la planificación urbana. En ciudades como Chicago, el análisis en tiempo real de patrones de desplazamiento ha mejorado la eficiencia del transporte público.
Una transición urgente para el Perú
El Perú, como muchos países de América Latina, está en una encrucijada. Aunque se han dado pasos hacia la adopción de la IA en el sector público, la implementación es desigual y aún enfrenta numerosos obstáculos. Para transformar al Leviatán peruano en un Estado más inteligente, es crucial adoptar una transición rápida y estratégica hacia la IA. Proponemos las siguientes acciones urgentes:
1. Crear un marco regulatorio y ético
Es fundamental desarrollar leyes que regulen el uso de la IA en el sector público, asegurando la protección de datos y la transparencia en la toma de decisiones automatizadas.
2. Invertir en infraestructura y tecnología
El gobierno debe priorizar la inversión en tecnología de alto desempeño y en sistemas que permitan una integración fluida entre los datos existentes y las nuevas soluciones de IA.
3. Capacitar a la fuerza laboral
El Perú necesita un plan nacional de capacitación en IA que incluya a funcionarios públicos, profesionales del sector privado y estudiantes. Esto garantizará una adaptación rápida a las nuevas herramientas.
4. Implementar pilotos en sectores clave
Iniciar proyectos piloto en salud, educación y justicia permitirá demostrar los beneficios tangibles de la IA y generar confianza entre los ciudadanos.
5. Fomentar alianzas público-privadas
Empresas como Telefónica y NetApp han mostrado su disposición a colaborar en el desarrollo de soluciones tecnológicas. El Estado debe aprovechar estas alianzas para acelerar la adopción de la IA.
La IA no es solo una herramienta, sino una oportunidad para transformar al Leviatán en un Estado más inteligente, eficiente y justo. El Perú no puede permitirse quedarse atrás en esta revolución tecnológica. Adoptar la IA a todo nivel no es un lujo, sino una necesidad urgente para enfrentar los desafíos del presente y construir un futuro más prometedor para todos los ciudadanos.
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