Se basa en la libre elección de las personas, en su libre interacción. Esta genera el máximo bienestar. Las implicancias distributivas pueden ser de mucha equidad o inequidad, sin embargo.
El estado debe intervenir en una economía de mercado por tres consideraciones:
1. Para promover competencia, con lo que se genera más bienestar.
2. Para promover equidad. Las visiones de equidad son subjetivas y van desde la liberal hasta otras progres.
Gary Becker, liberal, sociólogo y Nobel de Economía, coincidió con que nuestro país requiere una visión de equidad progre ahora.
3. Corregir las fallas de mercado, que son objetivas.
Piero Ghezzi y Pepe Gallardo incorporaron los problemas de coordinación y la diversificación productiva al debate. Se añadieron al monopolio natural, los bienes públicos, las externalidades y las asimetrías de información.
Las fallas de estado limitan su capacidad para intervenir en la economía, al punto en que puede ser mejor que no lo haga, aunque debería. Se requiere un estado asentado en instituciones políticamente incluyentes.
Acá tenemos un estado precario y búsqueda de privilegios. Con matices acá hay rent seeking, crony capitalism o rigged capitalism. Les sugiero que lean sobre las tres. El debate es patético. No saben o mienten. Es una pena o es indignante.
Un ejemplo. El costo de la corrupción es muchísimo mayor, en realidad: acá no se considera el costo de oportunidad del uso de esos recursos.
Reformas importantes
Abstraigan por un momento lo que usualmente nos convoca. ¿Qué reforma (importante) se ha diseñado o adoptado desde el 28 de julio? Ninguna en mi opinión. Siete desde 1994. Cientos en 1990-94. ¿Cómo pretendemos que nuestro país se desarrolle sin reformas y con instituciones precarias?
Abstraigamos por un momento la corrupción, el narcotráfico, Sendero y la inmoralidad de los que defienden políticamente a estos. ¿Qué han hecho? ¿Qué planean que sea relevante? Nada y nada. Perjudican a nuestro país y se entierran políticamente por una chambita y poder.
Arturo Ramírez, ex Super de Aduanas y parte de la reforma. Deberíamos conocer a quienes adoptaron las reformas de inicios de los 90, aunque Arturo ya había enfrentado a contrabandistas poderosos como Jorge Mufarech antes. Muchos fueron muy valientes y capaces.
Para los binarios.
El mayor problema de nuestro país es la institucionalidad precaria, políticamente excluyente. El estado es pésimo. Un problema asociado, que le echa leña al fuego de los binarios, es la búsqueda de prebendas de los mercas.
Estado precario, corrupción y mercas van de la mano. Su rollo socialistoide o fascistoide no resiste el menor análisis. Solo funciona para los adoctrinados. Es una pena que sean tantos.
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