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Pablo Secada / No perdamos de vista el objetivo


Reparen en estos seis años de crisis políticas, la pésima contención del Covid, el desgobierno mafioso, las mafias y la “oposición” que lo sostienen.


O las décadas previas de piloto automático, en que solo se hicieron un puñado de reformas (cierre de la 20530, tratados de integración, carrera magisterial, SIS, Servir y SUNEDU).


En realidad, solo se hicieron reformas económicas incompletas cuando nuestro país estaba desahuciado. De eso vivimos aún. Los reformistas perdieron el poder cuando se privatizó Telefónica. Con ahorro fiscal, apareció el autócrata, corrupto y populista en toda su dimensión.


Es absurdo pretender hacer responsable a la izquierda, Keiko o quien fuera. Es nuestra responsabilidad. Las instituciones son precarias. La política está dominada por mafiosos. Se salvan pocos, pero siguen con sus proyectos personales. No tienen chance contra las mafias.


Carlos Ganoza y Andrea Stiglich escribieron que nuestro país está calato. Es innegable tras estos años de desastre, y la ineptitud y el egoísmo de la mayoría de políticos que enfrentan al desgobierno mafioso.


Castillo caerá. Habrá que enfrentar a Antauro. Y nuestra falta de visión, sentido de la política, ética y amor a nuestro país, principalmente. Si nosotros no estuviéramos mal Antauro no pasaría de ser un loquito hablando en la Plaza San Martín.


En estos meses volvimos a juntar, y sumamos caras nuevas, a un equipo de profesionales de campaña, movilizadores, dirigentes, empresarios y más. Estamos listos para sumarnos a un equipo mayor. Seguiremos trabajando. Ojalá los mejores de las políticas públicas y la ciencia política coordinen entre ellos. Se debe proponer una agenda breve que empiece por reformas institucionales. Y la deben definir especialistas en campaña, no en políticas públicas o académicos.


Se necesitan más firmas, 66 votos y una mayoría simple en un referendo. Y se van todos. Nos están paseando los congresistas que quieren quedarse. Los botaríamos en días en otra crisis. Resucitarían a Veronika, Mirtha y más. Y los mafiosos, claro. Como a niños.


Y nos estamos distrayendo con los escándalos diarios del desgobierno mafioso. O los horrores de la “oposición” y otros. Ojalá aprueben la reelección y el Senado. Y #QueSeVayanTodos. No perdamos de vista el primer objetivo.


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