Los distraigo un segundo para hablar de la inversión, el crecimiento, el empleo y el bienestar. Les recuerdo que el crecimiento fue el que más contribuyó al bienestar cuando se generó bienestar, debido a la precariedad del estado. Necesitamos estado y más inversión si queremos bienestar. Y competencia, no más privilegios.
La minería es el sector más intensivo en capital. Después viene la infraestructura. Humala opuso políticamente la minería, pero no adoptó ninguna reforma. Ya la productividad que impulsó dos quintas partes del crecimiento cuando fue dinámico había dejado de crecer el 2009. Lo que hizo Humala cuesta hoy.
Después vino Lavajato. Habíamos desnaturalizado las APP y permitido que esos mafiosos y sus pares peruanos se adjudicaran la mayoría de proyectos.
La pandemia ha deprimido el ingreso de los más vulnerables. La inversión asociada seguirá deprimida. Es la más inclusiva.
Acá estamos. El gobierno adoptó algunas reformas políticas. La no reelección del Congreso fue una torpeza populista que les reventó en la cara. No hemos hecho nada más para cambiar lo descrito y más que requiere profundos cambios.
Recuerdo mi conflicto de interés porque soy socio de una empresa de asesoría financiera que trabaja con galerías y mercados. Pero es indignante que COFIDE sea incapaz de reglamentar una ventanilla de Fondo Crecer en casi dos años. Eso se hace en días es un banco de inversión. Las aseguradoras podrían financiar galerías y mercados. Miles de comerciantes tendrían puestos en espacios adecuados y modernos.
No cabe duda que el gobierno es de transición. Su mandato no incluye adoptar reformas. La calle quiere sanciones drásticas hoy. Las mafias siguen en el Congreso. No será fácil. Pero tenemos que diseñar las reformas constitucionales y legales ahora. Tenemos que adoptarlas a partir de julio del 2021. Ya no podemos esperar más.
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