Con S/ 557,5 millones (1.14% del total del país) en sus tres niveles de gobierno, el departamento recibe el segundo menor presupuesto de inversión pública peruana, entre los que la priorización de inversiones dirigidas a CULTURA brilla por su ausencia.
Al igual que en otros casos, esta región tiene atractivos culturales y arqueológicos poco difundidos, como son los Petroglifos de Pusharo y el Rostro Harakbut, los que son sólo visibles luego de una movilización por bote y caminata de muchas horas y días. Para las culturas amazónicas, Pusharo y Harakbut, son motivo de peregrinaje, por su carácter de rocas sagradas que hablan de veneradas civilizaciones antiguas.
Cabe señalar, que para poder viabilizar más PIP de cultura, se debe contar con patrimonio identificado en el inventario de patrimonio cultural de la Nación, en el que esta región casi no tiene ninguno registrado.
En mayo 2018, se declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la cestería de tamshi (fibra vegetal) del pueblo Ese Eja, por constituir un arte que refleja el vínculo de este pueblo con su territorio ancestral junto a su manejo y uso sostenible de las especies vegetales. Esta práctica está estrechamente vinculada al ámbito femenino y es la identidad social de las comunidades nativas de Infierno, Palma Real y Sonene.
Esta es la primera vez que una costumbre se declara patrimonio cultural de la nación en la región, y su importancia reside en que permite que cada cinco años se elabore un informe sobre el estado de los conocimientos ancestrales, de manera que no se pierdan estas costumbres que viene sirviendo como fuente de ingreso económico para varias familias de la zona.
La buena noticia es que el rostro de piedra Harakbut ya está en camino de convertirse en Patrimonio Cultural de la Nación; el 2019 se iniciaron los trabajos de localización y georreferenciación, que se requieren para declarar a este monumento como tal, una labor compartida entre el GORE, las comunidades nativas harakbut de la Reserva Comunal Amarakaeri Amarakaeri, el SERNAMP y el Ministerio de Cultura, que tiene como fin su reconocimiento y protección ante actividades ilegales.
Lo efectivo en cultura para Madre de Dios:
1. No debemos perder de vista que el arte de recolección y beneficio de la castaña, cadena productiva que explica más del 90% de la producción exportable del departamento es también una actividad cultural lucrativa para las comunidades nativas y la conservación del bosque. Cada castaña que llega a manos de un consumidor, ha sido recolectada de forma sostenible en forma de coco entre el suelo de bosques naturales y llevados con esfuerzo hacia un centro de acopio donde, uno a uno estos fueron abiertos por manos conocedoras de su oficio, entregando estas piezas para nuestro disfrute, cada bocado es cultura pura.
2. Para complementar todas estas propuestas, se debe fomentar la inversión de pequeñas infraestructuras (senderos, malocas o semejantes), que faciliten el esta actividad cultural y el ecoturismo responsable y la inversión privada en este tipo de actividades, puede ser facilitada con el PROCOMPITE, por parte del GORE.
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