Empecemos con la pregunta: ¿la reforestación, es un proyecto productivo? Estas experiencias no son nuevas, lo nuevo es ejecutarlas a través del PROCOMPITE.
Experiencias exitosas de reforestación fueron propiciadas por el Gobierno Regional de Ica has unos años, constituyéndose en un trabajo conjunto entre las comunidades de Ica, Ayacucho y Huancavelica; son hoy el mejor testimonio que este tipo de intervenciones, no solamente tienen beneficios económicos para los pobladores de la zona de influencia, sino para todos los pobladores de la cuenca alta, media y baja; básicamente reduce el flujo desmedido de escorrentía, y por tanto, los peligros de huaycos y desbordes aguas abajo.
Entonces Sí, la respuesta es afirmativa, la reforestación es perse un proyecto productivo, dado que un área eriaza por encima de los 4,000msnm, que hoy es propiedad de las comunidades que la habitan, y sin valor económico calculable, puede ser reforestada con éxito, con especies nativas (tara, queñua, quina) o exóticas (pino, eucalipto, otros), y generar mayores oportunidades económicas basadas directamente en el manejo del propio bosque, con la explotación de productos forestales y no forestales.
Sin embargo, la reforestación que el MINAGRI puede promover a través de un plan de negocio de PROCOMPITE FORESTAL es mucho más que eso: i) entre el mes 1 al mes 5, con remoción de tierras puede generar embalses en las principales quebradas activas, (sí, aquellas que generan huaycos más abajo), los que bajo el nombre de “cochas”, almacenarán agua y la infiltrarán en el suelo; ii) entre los meses 5 a 36; esta agua servirá para regar los plantones de la especie reforestada en campo y en viveros forestales, hasta que sea auto sostenible; iii) luego del mes 36, en que la especie introducida se auto sustenta con el agua del subsuelo a través de sus raíces y la de la humedad del ambiente por sus ramas y hojas, los reservorios podrán tener usos alterativos. Para el mes 36, el bosque en pie es un activo fijo que la comunidad no tenía, un valor en sí mismo, que les permite ingresos que antes no existían y guarda valor que puede ser extraído sosteniblemente en forma de madera a partir del año 10, además de los bonos de carbono que empiezan a constituir el mercado de valores del futuro. Quien diga, que esto es una ilusión, no ha visto la sonrisa y confianza renovada en el Estado, de aquellos pobladores andinos en ámbitos donde se han generado este tipo de intervenciones, y mucho menos han visto a los osos de anteojos, gatos andinos, vizcachas, colibrís y otras especies, que ahora los pueblan.
En adición al bosque mismo, este tipo de proyecto propicia lo siguiente: i) entre el mes 5 hacia delante, el manejo de truchas arcoíris, muy bien adaptadas a nuestro territorio y con períodos de producción e ingresos a partir del mes 8 y de forma permanente; ii) cosecha de hongos del bosque a partir del mes 30, con mercados en la región y buenos márgenes de ganancia; iii) fitotoldos y agroforestería, a partir del mes 24 a 36 en adelante, con hortalizas y otros cultivos para el sustento familiar y mercado local; iv) pequeñas granjas de cuyes y aves, a partir del mes 24 a 36, con la finalidad de mejorar la ingesta proteica y reducir los niveles de anemia de la región; y v) ecoturismo, a partir del mes 36 en adelante, para el disfrute del bosque, su flora y fauna silvestre.
El marco legal para llevar esto a cabo, existe, plasmado en: i) Plan de Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agrario: Periodo 2012-2021 (MINAGRI 2012); ii) Estrategia Nacional sobre Bosques y Cambio Climático (Ministerio del Ambiente de Perú́ 2016); iii) Lineamientos para la Restauración de Ecosistemas Forestales y otros Ecosistemas de Vegetación Silvestre (SERFOR 2018), entre otros dispositivos vigentes.
El camino corto para volver este sueño en realidad es el PROCOMPITE, que puede empezar a ejecutar desde el quinto mes de haberse desarrollado la idea. El MINAGRI es el llamado a liderar este proceso, pues tiene la rectoría del PROCOMPITE, así como la llegada para coordinar una acción conjunta con el SERFOR y MINAM, y que, sin duda podrían complementar la intervención con acciones dentro de sus competencias. Sólo falta mayor voluntad y vamos para adelante, el ambiente, el poblador andino, sus familias, la agricultura y todo el país se lo agradeceremos.
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