¿Un Despropósito o una Llamada de Atención?
La reciente convocatoria a la V Movilización Nacional Total por parte de los pequeños mineros artesanales y en proceso de formalización ha generado preocupación en todo el país. Si bien a primera vista podría parecer un despropósito en un sector que representa uno de los motores de la economía peruana, esta huelga debe entenderse como un síntoma de problemas estructurales no resueltos, más que como una acción caprichosa.
El desafío ahora es articular toda la información para comprender las causas subyacentes de este conflicto y proponer soluciones viables que beneficien a todos los actores del sector minero:
1. ¿Por qué la huelga parece un despropósito?
a) El contexto internacional favorable. Los altos precios internacionales del cobre, oro y litio, junto con la creciente demanda de minerales impulsada por la transición energética global, ofrecen una oportunidad histórica para el Perú. Las empresas mineras, grandes y medianas, están generando flujos económicos significativos que benefician al país, mientras que proyectos estratégicos como el Puerto de Chancay consolidan nuestra posición en el comercio global
b) Impacto económico y social negativo. Una huelga minera no solo afecta a las empresas y al gobierno, sino que también interrumpe actividades económicas en las comunidades mineras y genera incertidumbre en los mercados internacionales. El bloqueo de actividades podría deteriorar la percepción internacional del Perú como un destino confiable para inversiones mineras.
c) La falta de cohesión entre pequeños y grandes actores. La percepción de desigualdad en las oportunidades y beneficios genera tensiones internas. Sin embargo, interrumpir un sector que sostiene la economía nacional podría agravar esta brecha, en lugar de cerrarla.
2. ¿Qué está pasando realmente?
Para entender el conflicto, debemos desglosar la situación en varios niveles:
A. Problemas estructurales
Formalización minera estancada. A pesar de las leyes promulgadas, el proceso de formalización ha avanzado lentamente debido a la burocracia, la falta de recursos y la desconfianza mutua entre los mineros y el Estado.
El plazo de formalización vence el 31 de diciembre, dejando a miles de pequeños
mineros en un estado de incertidumbre.
Desigualdad de oportunidades. La gran minería cuenta con acceso a infraestructura, mercados internacionales y apoyo estatal. Mientras tanto, los pequeños mineros enfrentan barreras para acceder a financiamiento, tecnología y mercados globales.
B. Conflictos sociales
Las comunidades cercanas a los proyectos mineros perciben que los beneficios no llegan en proporción al impacto ambiental y social generado por las operaciones. La falta de comunicación efectiva entre empresas, comunidades y gobierno agrava los conflictos.
C. Gobernanza débil
Los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local) carecen de una estrategia unificada para atenderlas demandas de los diferentes actores del sector minero. Esto genera duplicidad de esfuerzos y pérdida de confianza.
3. Una propuesta articulada: ¿Cómo salir de esta crisis?
A. Medidas inmediatas
a) Promulgarla ley de formalización con ajustes técnicos. Extender el plazo de formalización minera, pero con un plan de implementación clara que simplifique los procesos. Establecer un sistema de fiscalización eficiente para garantizar que quienes ingresen al proceso cumplan con estándares ambientales y laborales.
b) Crear un espacio de diálogo inclusivo. Convocar a mesas de diálogo entre representantes de la pequeña minería, comunidades, empresas y el gobierno. Priorizar transparencia en la comunicación para evitar desinformación.
c) Suspender la huelga mediante compromisos inmediatos. Proponer una agenda de trabajo concreta para abordar los reclamos de los pequeños mineros antes de que la huelga tenga lugar.
B. Medidas a corto plazo (3-6 meses)
a) Establecer un plan nacional de integración minera. Garantizar que las infraestructuras estratégicas, como el Puerto de Chancay, beneficien a pequeños y medianos mineros con tarifas diferenciadas. Promover asociaciones entre pequeños mineros para que accedan a mejores precios y mercados internacionales.
b) Fortalecer la supervisión y el acompañamiento. Crear unidades móviles de supervisión técnica que apoyen a los pequeños mineros en zonas remotas, ayudándolos a cumplir con los requisitos de formalización.
c) Inversión social y ambiental. Las empresas mineras deben aumentar su inversión en proyectos que beneficien directamente a las comunidades, fortaleciendo su aceptación social.
C. Medidas a mediano plazo (6-18 meses)
a) Implementar un modelo de gobernanza minera sostenible. Crear un organismo interinstitucional que coordine políticas mineras entre los tres niveles de gobierno. Promover el cumplimiento de principios ESG en todas las operaciones mineras.
b) Desarrollar cadenas de valor locales. Establecer plantas de procesamiento y refinación que generen empleo local y aumenten el valor agregado de los minerales exportados.
c) Capacitación y transferencia tecnológica. Implementar programas de capacitación en prácticas sostenibles y tecnologías limpias para pequeños y medianos mineros.
4. Beneficios de una respuesta articulada
Si se implementan estas medidas, el Perú podría:
ü Consolidar su liderazgo internacional como proveedor confiable de minerales clave.
ü Reducir tensiones sociales, fortaleciendo la confianza entre comunidades, empresas y gobierno.
ü Aumentar los ingresos fiscales y las oportunidades locales, al integrar a los pequeños mineros en cadenas de valor globales.
5. Conclusión: Un nuevo pacto minero para el Perú
La huelga anunciada puede parecer un despropósito, pero en el fondo es una llamada de atención para abordar los problemas no resueltos del sector minero. El Perú tiene la oportunidad de transformar este conflicto en un catalizador para construir un modelo más inclusivo y sostenible.
El camino hacia un nuevo pacto minero debe incluir a todos los actores, garantizar igualdad de oportunidades y aprovechar el contexto global favorable para posicionar al país como un líder en minería responsable y sostenible.
Referencias:
El autor es Past Presidente del Cuerpo Técnico de Tasaciones del Perú (CTTP), CEO del CTTP y Presidente del Colegio de Valuadores del Perú
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