La castaña peruana y el sueño de una economía emergente para la amazonia.
El día de hoy pretendo compartir un ejercicio académico por medio del cual demostrar (tal vez, tan solo a mí mismo) lo que significa el hecho de realizar conclusiones inadecuadas o imprecisas en el campo de la investigación académica ya que lo que se obtiene valga decirlo, roza peligrosamente la línea de la demagogia, o en el menor de los casos, crea inoperatividad de políticas públicas (inexistentes, por cierto, en este caso). Para tal efecto emplearemos el modelo de extracción de datos con el propósito de realizar un análisis al aspecto discursivo que la autora propone en su investigación.
Veamos a lo que me refiero. En la edición de Compendium, vol 24, núm 47, 2021 Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado de Venezuela, la docente - investigador Yasher Delfin, Silva signa la investigación documental titulada “Exportaciones de castaña desde el Perú hacia los Estados Unidos y los factores económicos que influyen en su variación”, investigación la cual señala su autora, transita por una línea discursiva que se distingue por “tener propósitos prácticos inmediatos bien definidos, es decir, se investiga para actuar, transformar, modificar o producir cambios en un determinado sector de la realidad”.
Continúa la autora: “en definitiva, las exportaciones de castaña amazónica experimentaron un crecimiento sostenido en los últimos años, lo que representa una base económica importante para Perú”. En este punto debo señalar que la argumentación es imprecisa y contradictoria, toda vez que apoyado en las propias gráficas tomadas como base para la investigación, mismas que la autora las acredita al Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP), y al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MINAGRI), véase gráficas (Tabla 1 y Tabla 2) estas presentan que la producción de castaña en el Perú no ha tenido “un crecimiento sostenido en los últimos años” como señala la autora, en especial véase los años de zafra 2016/2017, y zafra 2017/2018, mismas que nos muestran que las cifras de la producción de la castaña peruana fueron a la baja.
Posteriormente Yasher Delfin subraya, “los mercados extranjeros, particularmente el estadounidense, se ven interesados en la producción interna de este exclusivo rubro, que aparte de ser considerado un superalimento por el aporte vitamínico, en antioxidantes y minerales”. Este punto también resulta impreciso, toda vez que al observar y diseccionar los indicadores estadísticos de exportación de armonización arancelaria de la (SUNAT, Perú), observamos que la exportación hacia los Estados Unidos de la castaña peruana ha representado constantemente un promedio del 24% del mercado nacional (Perú). Lo anterior, no supone en consecuencia un aumento en la exportación de la castaña peruana a los Estados Unidos. Y, por el contrario, advertimos que para la zafra 2018-2019 y zafra 2019-2020 se exportó el 41% de la producción de la castaña del Perú al país de Corea del Sur, lo que relegó a los Estados Unidos al segundo lugar de los países importadores de la Bertholletia excelsa peruana.
Concluye la autora, “se recomienda al Estado peruano mantener y mejorar las políticas de fortalecimiento, promoción y desarrollo del sector castañero peruano…” Argumento inacabado aún y cuando creo que la autora actúa de buena fe e intención con la realización de la investigación. Sin embargo, la autora está lejos de percibir la Realpolitik del sector castañero internacional, y en el Perú en particular. Realpolitik que transita por caminos de corrupción, disfuncionalidad operativa, desconocimiento corporativo, legalidad y falta de información para el diseño de plan de negocios, tan solo por mencionar algunos puntos demostrables y documentados.
La Región de Madre de Dios productora de la castaña del Perú requiere más que buenas intenciones, y asistencialismo internacional. Madre de Dios merece respeto, dignidad, y comenzar poniendo sobre la mesa el hecho de que cada uno de los actores de la cadena productiva de la castaña debe ser “Responsable” de su área.
Y cuando refiero “Responsabilidad”, lo hago bajo el prisma de Peterson, Jordan (1962): “Ordena perfectamente tu casa antes de criticar al mundo”. Continuara. . .
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