Somos acreedores de más derechos de los que creíamos.
Justo después de la explosión e implosión de las bombas nucleares Little Boy y Fat Men el mundo ya no fue el mismo, la carrera por la dominación de las energías atómicas y subatómicas nos llevarán a la totalidad de la humanidad a vivir los momento más trágicos, tensos e inhumanos, los campos de concentración y las eliminaciones masivas de seres humanos quedaban atrás después de los acontecimientos y atrocidades de la confrontación mundial.
Jürgen Habermas, filósofo del derecho alemán nos invitará a reflexionar en que “jamás en ninguna época de la humanidad el hombre había conocido un choque social al superar las contingencias globales”. Los derechos emergentes nos llevan a profundizar sobre los acontecimientos más extraordinarios de la humanidad. Los tres hombres más ricos del mundo tienen influencia (Psicológica) sobre el resto de 12 mil millones de humanos en la tierra.
Derecho a la salud global con la llegada de las nanotecnologías en la medicina y el deporte, con el comienzo de los viajes comerciales al espacio, con el descubrimiento de mundos más allá de los conocidos y del desarrollo permanente de la inteligencia artificial en los procesos educativos, comerciales, sociales y políticos, hicimos un alto y observamos que el mundo tal cual lo conocíamos ha cambiado, y con ello, la visión y el alcance de los derechos del hombre.
La Derechos Emergentes nacen desde la sociedad civil con objeto de contribuir a diseñar un nuevo horizonte de derechos que oriente a los movimientos sociales y culturales, y al mismo tiempo, se inscriba el proceso en las sociedades contemporáneas, en las instituciones, en las políticas públicas y en las agendas de los gobernantes desde un replanteamiento a la nueva relación entre sociedad civil global y el poder.
Los derechos emergentes son ahora el cimiento de las sociedades. La sociedad globalizada se asegura con esta pretensión por la defensa de la garantía eficaz de derechos asegurando en el propósito a todos la libertad y las condiciones de una vida feliz donde se salvaguarda el derecho a lo íntimo, a lo privado y a la información, así como a los nuevos paradigmas en el ejercicio del deporte profesional, amateurismo y la práctica olímpica y paralímpica deportiva.
Parece lejano cuando en el año de 1948 del siglo XX, en aquel 10 de diciembre reunidos en las Naciones Unidas en la ciudad de New York, se signaba por un poco más de 50 miembros la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Hoy a 75 años de aquel acontecimiento tan trascendente para la vida de los hombres y mujeres de este planeta nos disponemos a dar un salto al futuro en el espacio legal, educativo y académico.
Sabe usted que los Derechos Emergentes forman ya una parte de singularidad en la convivencia humana. Migraciones de miles de personas, niños, mujeres, adultos mayores, discapacitados Latinoamericanos. África a Europa presenta modificaciones poblacionales por desplazados en los conflictos militares que suman cientos de miles, la pobreza, las condiciones inhumanas de vida y desarrollo en el área Subsahariana nos dan la evidencia.
Las buenas prácticas en el ejercicio a la información, intimidad y personalidad se debaten con nuevos argumentos con la implementación y llegada de la inteligencia artificial a cada espacio de nuestras relaciones con el mundo real.
La modificación en las prácticas deportivas como ejercicios profesionales y los derechos que ello genera, el derecho a la vida, el derecho al medio ambiente sano y digno son los vértices de las relaciones jurídicas en el mundo actual.
75 años de los derechos humanos.
Duerma tranquilo estimado lector, mañana nos vemos en Júpiter.
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