Los Derechos Emergentes y Derechos Humanos la tragedia de México.
México se convierte por su propia acción política en un tópico de vergüenza para Latinoamérica. Como broma de la vida quien hace tan solo unas semanas abandonaba este mundo el Dr. Sergio García Ramírez, ex magistrado y ex presidente de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, decidió como en un ejercicio de prospección filosófica mudarse a otro mundo antes de ver la vergüenza y tragedia que se cierne sobre el país en materia de los derechos humanos.
Rosario Piedra Ibarra, presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se pronunció por la desintegración de la propia comisión.
En el marco de la presentación de informe anual de labores, subrayo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (de la cual ella es la presidenta) es un legado del neoliberalismo “que ya no satisface las necesidades del pueblo”. Por lo cual, en su opinión “es necesario que la defensoría de los derechos del pueblo emerja como una institución nueva. Es crucial que la Defensoría de los Derechos del Pueblo se establezca como una institución renovada”.
No ha sido fácil, dijo, pero a lo largo de los últimos cuatro años (2020-2024), hemos priorizado el interés de las víctimas por encima de todo, y hemos intentado prevenir situaciones en las que percibimos que podrían estar en peligro de convertirse en víctimas. Y las cifras y los datos nos establecen espantosos escenarios donde las víctimas por la violencia directa de las actividades delictivas y la multiplicidad de casos como consecuencia de la victimización de los inmigrantes latinoamericanos que en los últimos cuatro años han crecido en cifras desbordadas y jamás vistas nos llevan a un poco más de 160,000 víctimas en el periodo de la señora Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México.
Existen voces que han manifestado que la memoria de su madre la luchadora de los derechos humanos, y por el cambio democrático junto a mexicanos honorables como Cuauhtémoc Cárdenas, y Manuel Clouthier le quedó muy grande.
Otras voces han establecido posición advirtiendo que la sola amenaza de desaparecer la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), vuelve a confirmar el desprecio del gobierno de Andrés Manuel por los derechos humanos de todas y todos los mexicanos. A este gobierno le estorba todo y todos aquellos que le echen en cara sus errores, omisiones, corrupciones y vicios.
Nadie puede negar que la CNDH nació con el objetivo de velar por un México donde pudiéramos vivir sin abusos, sin limitaciones y sin impunidad, y en caso de existirlas tendríamos el mecanismo adecuado para la protección de nuestros mínimos derechos y libertades frente al abuso del poder público.
Hoy Andrés Manuel (el mesías del pueblo, ¿elegido por el pueblo y que vive en un palacio virreinal para el pueblo) propone eliminar una institución tan importante porque le tienen miedo al escrutinio?, porque no quieren rendir cuentas? y porque no están preocupados por la libertad, ¿la seguridad y el bienestar de los mexicanos?
En estos años aprendimos primeramente la importancia que recae sobre la identificación y constitucionalización de los derechos humanos hasta ser materializados en derechos fundamentales. Transitamos por los contenidos de igualdad, integración y, discapacidad. Nos dimos el tiempo para conversar con los principios fundamentales que integran el discurso de la dignidad humana, y el valor que esta representa frente a los marcos normativos y legales tanto nacionales como internacionales. Recuperamos las dimensiones de universalidad, indivisibilidad e interdependencia en la indispensable articulación entre derechos humanos, Paz, desarrollo y derechos fundamentales.
Y hoy un mesías quiere incorporar un nuevo capítulo al libro sagrado, en el cual escribirá la insensible y torpe forma de gobernar que ha demostrado.
América es hora de dormir.
Posdata: No dejes de soñar, ya que es lo único que te mantiene libre.
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