Derecho Corporativo y Empresarial en Venezuela: El Compliance.
El Compliance, también conocido como cumplimiento normativo o corporativo, se puede conceptualizar como el conjunto de políticas, procedimientos y controles internos adoptados por una organización para asegurar que todas sus actividades se desarrollen de acuerdo con las leyes, regulaciones y estándares éticos aplicables.
Actualmente el entorno empresarial cada vez se encuentra más regulado y exigente, convirtiendo esta disciplina en un aspecto fundamental para garantizar el buen gobierno corporativo, mitigar riesgos legales y financieros, y promover una cultura de integridad y transparencia en todas las áreas de la organización.
En los últimos treinta años, Venezuela ha sido testigo de una serie de cambios políticos, económicos y sociales que han moldeado la manera en que se enfrenta el cumplimiento normativo en el ámbito empresarial. La nación se ha enfrentado a desafíos relacionados con la corrupción, la falta de transparencia y la inestabilidad política, factores los cuales impactan directamente en el entorno empresarial minando la confianza de los inversores nacionales e internacionales.
Desde el punto de vista legal, Venezuela cuenta con un marco normativo complejo y diverso, que abarca leyes, reglamentos y normativas emitidas por diferentes entes gubernamentales. Esto ha dado lugar a un entorno regulatorio que en muchas ocasiones es contradictorio, lo que dificulta la implementación de estándares éticos y de cumplimiento uniformes para el desempeño de actividades empresariales corporativas.
El surgimiento formal del Compliance en Venezuela puede rastrearse hasta un contexto reciente, principalmente en el sector financiero, donde se buscaba dar cumplimiento al complejo sistema normativo que regula este sector (KPMG International, 2021).
Influenciado por las tendencias internacionales y la creciente conciencia sobre la importancia de la ética empresarial y la responsabilidad corporativa. A medida que las empresas venezolanas se veían obligadas a competir en el mercado global y cumplir con estándares internacionales, surgía la demanda de programas de cumplimiento que garantizaran la implementación de las leyes locales e internacionales, así como la adopción de prácticas éticas y transparentes.
El sector empresarial ha reconocido la necesidad de adoptar medidas de Compliance para proteger la reputación, mitigar riesgos legales y financieros, y promover la sostenibilidad a largo plazo. Por otro lado, la presión de organismos internacionales, clientes extranjeros y estándares globales han incentivado a fortalecer los programas de cumplimiento normativo interno.
Aún el panorama no es confortable, existe por delante el desafío para la adopción de estas prácticas evitando la fragmentación normativa y la falta de coherencia en el marco regulatorio. A lo largo de los años, Venezuela ha experimentado cambios en la legislación y la regulación, así como la emisión de decretos y normativas que han modificado el panorama legal y empresarial. Dicha fragmentación normativa ha dificultado la implementación de programas de Compliance coherentes y efectivos, ya que las empresas se enfrentan a una variedad de leyes y regulaciones que a menudo son contradictorias o ambiguas.
Además, la crisis económica y política que ha afectado a los diversos sectores económicos plantea desafíos adicionales para el cumplimiento normativo. La incertidumbre política, la inflación galopante y la inestabilidad económica han aumentado los riesgos operativos y financieros para las empresas, lo que hace que sea aún más importante contar con programas de Compliance sólidos que puedan ayudar a mitigar estos riesgos y proteger la reputación de las empresas.
En este sentido, el compliance en Venezuela ha atravesado un proceso de evolución complejo y desafiante, caracterizado por la necesidad de adaptarse a un entorno empresarial y regulatorio en constante cambio. A medida que el país continúa enfrentando desafíos económicos, políticos y sociales, el papel del Compliance como una herramienta para promover la transparencia, la integridad y la sostenibilidad en las empresas venezolanas sigue siendo de vital importancia.
En última instancia, se presenta como una herramienta esencial para la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de las empresas, ya que no solo se trata de cumplir con regulaciones externas, sino de internalizar una cultura ética que promueva la integridad y la responsabilidad en todas las operaciones empresariales, independientemente de las fronteras geográficas.
América duerme tranquila
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