Dentro del contexto de globalización, el Perú inició gradualmente su apertura comercial en los años 90, y a través del tiempo fue consolidándose como parte de la política de gobierno; esto permitió aprovechar sus recursos y fortalecer los productos para colocarlos en el exterior. Sin embargo, la Cámara de Comercio Americana del Perú, sustenta que se requiere no solo promocionar al Perú en el exterior, sino para hacer inteligencia comercial y acompañar a los exportadores en el proceso de colocación de su oferta y su sostenibilidad en esos mercados, con el levantamiento de barreras no arancelarias en el comercio.
En un estudio elaborado por la Red Global de Exportación (RGX) (2018) se concluye que de dos a tres años le toma a una MYPE latinoamericana empezar a vender en otro país y permanecer en él. Si en ese período no ha planificado estratégicamente su incursión, probablemente sus ventas caigan y se verá obligado a abandonarlo. Esto debido a que – según el estudio – el 50% de los emprendimientos en América Latina no planea su acceso a mercados internacionales. Un tercio decide incursionar en un mercado extranjero por la necesidad de ampliar sus ventas, mientras que otro tercio lo hace animado por una demanda repentina del exterior. Esta problemática demuestra la necesidad de las empresas de recibir apoyo por parte del Estado para incursionar en las exportaciones.
Actualmente la aplicación de la figura del drawback en el Perú, se fija en una tasa equivale al 3% del valor FOB exportado. Esta suma que es entregada por concepto de devolución simplificada se sustenta en el principio que a ningún producto exportado por un país debe aplicarse impuestos internos que lo encarezcan y lo hagan menos competitivo, más aún cuando en el país de destino se les gravará impuestos correspondientes. El drawback se considera una devolución de impuestos pagados indebidamente, pues el principio de la tributación en el comercio exterior es que “los tributos no se exportan”; ya que ello conforma una medida de promoción de exportaciones aprobado por la OMC.
Sin embargo, es una triste realidad saber que muy pequeños porcentajes de los exportadores aplican esta figura, dado por desconocimiento o por la falta de contacto con especialistas en el análisis y aplicación de la normativa. 52.000 mil millones de dólares exportados en el año 2019. El 3% de 52,000 mil millones de dólares están en manos de la SUNAT esperando ser reclamados por nuestros exportadores para continuar con los procesos de exportac
Sin duda podemos apoyar.
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