Y, ¿Qué es la felicidad y para quienes? Esperemos el fin de las guerras. Estas no son desastres naturales, Son las insanias del hombre, las escenas terribles de las matanzas en Gaza, la locura de un nuevo Hitler en Rusia, deben terminar.
Tiene que haber un cambio en Venezuela ante un terco dictador de pacotilla que no solo le ha hecho inmenso daño a su país, tan rico y tan pobre a la vez, esto último por su culpa, y que ha exportado como cinco millones de venezolanos a diversos países. Al Perú más de un millón y si bien la gran mayoría de ellos son gente honrada ha llegado también lo peor, una violencia y una delincuencia que no conocíamos acá por su maldad extrema.
Deseo que se acaben las guerras, las escenas que nos muestra la tecnología actual son desgarradoras, insoportables. Deseo que se largue Maduro para que los venezolanos regresen a sus países. Habrá muchos buenos que ya han hecho su vida en el Perú, en buena hora y los queremos, y también los que añoran su patria pero que se vayan los malos, que los manden de vuelta con la firmeza que se requiere.
Que haya firmeza también para protestar contra la corrupción, contra la anomia en la que vivimos y la que tenemos que soportar los peruanos ante los poderes infames que nos gobiernan. Basta ya de cerrones, boluartes, acuñas, lunas, domingos, chibolines, lagartos y lagartijas. Y que no lleguen los locos mesiánicos ni los ignorantes a gobernarnos.
Les deseo a todos que sea un año mejor sin los males que nos han aquejado en estos últimos que han pasado
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