Emergencia sanitaria mundial: Estrategias de combate a la pandemia
Implementar en los paraderos del Metropolitano y de los buses alimentadores dispensadores automáticos no contactantes del alcohol gel y como alternativa destinar personal debidamente protegido para rociar alcohol gel a las manos de los pasajeros al ingresar al paradero de los buses para evitar contagio en los pasamanos, manijas y agarraderas del bus.
Instalar extractores de aire en los buses del Metropolitano y en los buses alimentadores para crear presión negativa al interior del bus evitando la permanencia de aire viciado al interior.
Un mundo antes y un mundo después de la pandemia
El coronavirus se presenta con un alcance democrático, no diferencia ninguna condición o clasificación poblacional ni socioeconómica ni de género o raza para atacar y es muy fácil de contagiar. Pareciera una lección de la naturaleza al mundo por haber vivido de espaldas a ella, como también que fuera un mensaje a una sociedad consumista que agota los recursos naturales y que valora más el tener que el ser. Una sociedad hasta hoy poco solidaria, egoísta y sin valores trascendentes.
El mundo no será igual después de la pandemia, ni en lo personal, amical ni en lo laboral. El teletrabajo, la telemedicina, el telebanco, la teleeducación, las teleconferencias, teleteatro, el delivery y las compras por Internet serán lo habitual y no lo excepcional. La higiene y los hábitos de saludo cambiarán, así como la asistencia a lugares con aglomeración de personas (cines, restaurantes, teatros, conciertos). Ingresará con fuerza el monedero electrónico dejando de lado la moneda y billetes físicos, así como las transacciones comerciales por Internet, los pagos virtuales de los bienes y servicios y la consolidación de las criptomonedas.
Las sociedades retomarán valores ausentes hoy, como la solidaridad, la cortesía, el respeto a los demás, hábitos saludables, así como buenas prácticas ambientales.
Es una situación inédita en la historia de la humanidad condicionada por la globalización y porque las barreras de distancias entre los países son superadas por la comunicación con flujo de personas que se moviliza como nunca antes, como se movilizó el coronavirus. Hay un efecto mariposa, en que el aleteo que ocurre en un lugar del mundo llega a cualquier lugar en forma inmediata.
Hay lecciones aprendidas de la pandemia, nada es tan distante que no te afecte, nadie está libre de ser contagiado, hay sintomáticos y asintomáticos portadores que inadvertidamente diseminan el virus, necesitamos de los demás tanto o más que de uno mismo, nadie es más importante que nadie, se necesita más de la solidaridad que de la individualidad, la naturaleza puede cambiar la vida de todos en un instante.
En toda calamidad se presenta siempre una oportunidad y ésta es el del cambio de nuestro estilo de vida consumista, poco espiritual y de escasa valoración de lo que representa la familia, la amistad, el respeto a los demás, adoptando hábitos saludables y sostenibles. El planeta y Dios nos han llamado la atención y lanzado una advertencia.
Ing. Manuel Luque Casanave, Profesor-Investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica, Universidad Nacional de Ingeniería, Lima, Perú
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