Se suele decir medio ambiente, se trata del medio, enviroment en inglés, que junto con el francés son idiomas oficiales de trabajo en la comunidad de la Naciones Unidas y que influyen en el idioma español u otros.
Debe ser señalado como premisa pertinente y relevante para el tema que el ambiente, naturaleza, en término empleado hasta el siglo XX, en que vive el ser humano en sociedad, tiene un evidente deterioro por acción o inacción humana, acelerado por el cambio climático causado por la producción, el consumo y el estilo de vida de sociedades y mundo globalizados con graves fracturas internas e internacionales y una desigualdad galopante acentuada por esta pandemia: llueve sobre mojado porque se mezcla con graves y negativas endemias sanitarias, económicas, sociales, culturales y políticas, entre las que destaca la corrupción de izquierda a derecha y de pajes a reyes.
Así, la empresa, unidad económica real no categoría para ordenamiento y planificación como sector, es inseparable de la naturaleza y su racional aprovechamiento. Por algo economía y ecología, tienen la misma raíz, eco: ambiente, casa, normas de la casa para el bien particular y común, así como saber, logos, conocimiento del ambiente, de la casa común; casa o habitáculo del homínido desde que inicia su existencia y migraciones en este minúsculo planeta que tiene origen, desarrollo y muerte, como todo en el cosmos.
En todo el mundo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, suscritos por casi todos los Estados, varios con reservas y comentarios, es uso de su soberanía, independencia y autonomía lo reiteran: la sostenibilidad no es solo ambiental sino multi dimensional para el desarrollo. Así se ha conceptuado desde 1990 en los Informes mundiales del conjunto del sistema de las Naciones Unidas. Lo que se amplió para la seguridad humana mediante el “Informe mundial del desarrollo humano” elaborado por equipo independiente de talla mundial para el PNUD 1994. Esta doctrina alzó vuelo con “Human security, now”. Este es otro documento universal de aprovechamiento indispensable.
Uno de los más graves errores de legislación, normación y asignación de funciones y responsabilidades en la administración pública es confundir el “sector” con el agente productivo, la empresa, empresas en plural, son diferenciadas no son homogéneas, son diversas y diferentes, no son reducibles a una categoría conceptual para estudios e investigaciones macro o para la organización y gestión pública en tres niveles de gobierno, utilizable por la planificación o planeamiento, por los otros Poderes del Estado y por entidades constitucionales autónomas como el Banco Central de Reserva, así como en las relaciones internacionales económicas, financieras o políticas.
Las empresas, los asentamientos humanos, las comunidades, los barrios, los distritos, NO pertenecen a ningún “sector” y sus miembros NO son sectorializables. Están sujetos a cumplir leyes y normas de otros sectores de actividad como educación, salud, orden público, compra venta, alquiler, consumo, tráfico, etc. Producción. Son parta de un proceso con más o menos conflictos y solidaridades complejas, dinámicas, mudables, construibles, transformables, se da en un territorio que no está determinado únicamente por la geografía, aunque es factor que acompaña al ser humano factor primo y esencial, sino por la cultura, conjunto de ideas, creencias, actitudes, conductas, prácticas, organizaciones, lenguajes, signos y símbolos algunos compartidos, otros propios y poco transferibles o compartibles.
Aquí nace la primera evidencia y factor determinante para la “solucionática” de conflictos, o de su transformación hacia la cooperación para un bien superior o restaurativo cuando hay afectación o incidencia negativa para un elemento sustancial o más de uno del inseparable sistema complejo dinámico, cambiante, mejorable o irrecuperable, (caso del LOTE 192 en el Departamento de Loreto, si no hay nuevas inversiones bien hechas y urgentes).
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