¿Con tres poderosas candidaturas de derecha compitiendo por el mismo sector, segmento o corriente de opinión y otras candidaturas parcialmente afines, alguna de ellas pensó que ganarían en primera vuelta o que 2 de ellas pasarían a la segunda?
¿No fue eso una apuesta desmedida, irreal, que devino favorable a opciones contrarias, por no decir que de esa manera votaron en favor de corrientes contrarias, una de las cuales logró, en rigor, la primera minoría y la otra perdió?
¿El anti voto contra la izquierda sobre todo percibida y presentada como ultra, vinculada a un terrorismo subversivo que millones de jóvenes votantes no han vivido, puede ser más fuerte que un antifujimorismo acentuado, sobre todo desde 2016, en que si bien KFH perdió ante PPK y aliados, usó una aplastante mayoría congresal sin considerar la opinión pública y protegiendo a políticos de ambos sexos de bien ganado desprestigio?
Estás preguntas no son de carácter ideológico ni de deber ser, sino que surgen de evidencias y de hechos verificables.
Así, pues, hasta hoy, sigue la pugna basada en antis y miedos. Sobre todo, porque no se han presentado ni debatido cuestiones cruciales como economía internacional y política exterior, gasto fiscal y necesidad de reactivar bien sectores como Energía y Minas, y así otros asuntos vitales de Estado, del Perú y su circunstancia total. El esquema o puesta en escena de debates tampoco ayudó a llenar este grave vacío.
La primera encuesta disponible evidencia continuidad de intención de voto en favor de la izquierda. Ambas candidaturas deben saber sus puntos fuertes y débiles. Los mensajes muestran hasta hoy escaso cambio en estrategias de propaganda frente a hechos evidentes mencionados. ¿Quién perderá con una conducta rígida, dogmática, no estratégica?
Comments