Es evidencia mundial que la pandemia, zoonosis, con infecciones previas, virus “hermanos”, sorprendió inclusive a la República Popular China, nuevo hegemón, acusada desde Washington y capitales europeas, de usar su origen, laboratorios mediante, como medio de política exterior, patentizándose en el trato al médico que alertó y luego murió; asimismo, presionando al Director General de la OMS, para no dar alerta ni orientaciones tempranas.
Otra evidencia: diversas estrategias han dado resultados que, comparados, revelan cuán poco se conoce del “comportamiento” del virus y que la pandemia tiene un comportamiento y tratamiento complejos, variable en extremo, por ser un fenómeno con factores coadyuvantes e impactos múltiples en lo demográfico, sanitario, social, cultural, económico y político.
Más evidencia global: medidas elementales de higiene y limitaciones físicas acompañadas de disciplina, voluntaria o impuesta, han surtido efectividad en regímenes diversos, como Singapur, Noruega, Taiwán, la propia República Popular China, y Cuba. Pero Estados Unidos de América, Rusia, India y Brasil siguen en alza: en distintos regímenes, sistemas estatales básicos de salud, son alivio y contención; malos sistemas no palían desgracias. Carencia, ineficiencia y corrupción se juntan. Grandes sacrificios poblacionales y de personal de salud quedan como lección. “Resurgen» fanatismos raciales, religiosos y nacionalismos, en América, Asia, África y Europa.
En países distintos, el confinamiento muestra que es imposible prolongarlo; especialmente para millones sin servicios básicos (agua, desagüe y manejo de residuos sólidos), sobreviviendo diariamente en calles, empeorando su seguridad y salud. Su “centro de labor” desapareció. La corrupción omnipresente, multiforme, es endémica, diagnosticada en 1749 por los sabios Ulloa y Juan, limita esfuerzos ejemplares.
¿Qué sectores económicos deben y pueden reactivarse, manteniendo medidas restrictivas? Primero hay q tener agua, comida y trabajo. Lo primordial es proveer bienes y servicios estratégicos vitales agropecuarios, silvo pastoriles y pesqueros, costa/mar, sierra y selva, también proveen insumos básicos para otras industrias. Debe multiplicárseles apoyo sanitario, de emergencia social, financiamiento con bajo interés y mejores plazos de pago, sin privilegios para intermediación bancaria, para que produzcan, vendan alimentos internamente y también exporten.
Medida prioritaria es reactivar la grande y mediana minería, añadiendo estímulos para aquellas empresas que introduzcan valor agregado, sean ejemplo de sostenibilidad económica financiera, ambiental, sociocultural e institucional. Más que otros rubros exportadores, esas minerías producen empleo y servicios descentralizados, articulación territorial y entre ramas empresariales, ventas a destinos mundiales que seguirán demandando su producción y pagan impuestos para la hacienda pública; obviamente pueden mejorar su responsabilidad legal y social individual, territorial y ramal.
Urge mejorar la captación de ingresos fiscales, superar elusión y evasión, obtener mayores impuestos por ventas al exterior, para cubrir el enorme gasto de reservas por la emergencia y medidas adoptadas (no pocas defectivas por resultados inocultables), pagar endeudamiento explosivo por ambas causas. ¿Millones de transferencias monetarias a gobiernos sub nacionales, darán buenos frutos en tiempo y forma, porque ya sabemos su performance histórica?
No más de lo mismo. No hacer muchas cosas sino lo esencial: estrategia y decisiones agro mineras expresadas, es posible y deseable para peruanos y casi millón de migrantes acogidos, merced a décadas de crecimiento desigual y combinado, sumando el aporte de remesas peruanas que disminuirían.
Incertidumbre, tensiones, problemas y conflictos previos probablemente aumentarán ¿más complejos y violentos? Vacunas seguras tardarán. No hay una sola prospectiva global económica, política ni sanitaria. La “estatura estratégica” de Estados (Sherman Kent) en este siglo, seguirá siendo determinante, nutridas en lo civil y militar por cultura, educación, comunicaciones, ciencia y tecnología.
Ya vivimos un proceso electoral que ni para adivinos, mientras seguimos en variaciones pandémicas y endémicas: corrupción, fosa social acrecentada y déficit de gestión pública y privada (recordemos a Basadre). Para concentrarse en lo esencial, y su núcleo agro minero mencionado, superando tala, minería y comercio ilegales, ¿será posible una convergente fuerza política nacional, ciudadanía responsable, que realice el ideal republicano de mejor persona, sociedad y Estado “firme y feliz por la unión”?
Referencia:
El autor es, politólogo y consultor internacional – Presidente del Consejo Nacional del Ambiente del Perú y de su Fondo Nacional 2006-2008. Trabajó para Agencias Especializadas ONU (1969-1989). Antiguo funcionario internacional Unesco.
Comments