Mejores inversiones en sectores y departamentos. Minería y agricultura son nuestras mejores palancas de desarrollo
Hay oenegés que trabajan en red con la Policía Nacional, el Ministerio Público y otras entidades públicas y privadas. En mi concepto estas organizaciones de veeduría, aprendizaje, denuncia, incidencia en decisiones públicas, representan un potencial para una mejor gobernanza ciudadana durable. Ellas y los entes multilaterales, así como Estados con los cuales el Perú tiene relaciones diplomáticas, a veces sin una visión de Estado Republicano, se denominan gobernanza ambiental, territorial o de recursos naturales,
Expuse algunas “recetas para impulsar la minería”, a poco de iniciado el período constitucional y reitero, en esencia son las mismas que el Gobierno ha declarado varias veces y que el ministro del ramo acaba de exponer, añadiendo Quellaveco. La Mesa multiactores, que presidí (2012), con 32 titulares y observadores como el entonces Defensor del Pueblo de Moquegua acordó su realización y luego Anglo American ratificó su voluntad inversionista. De esas “recetas” no se han realizado las referidas a gestión de la transformación de conflictos en consensos duraderos para la inversión y desarrollo de un territorio geo económico mayor que las zonas de influencia directa e indirecta de cada proyecto.
La práctica de actas y mesas, más de mil acumuladas desde 2005, sigue vigente con todo el aparato burocrático y los funcionarios en los tres niveles de gobierno. Desde antes del presente quinquenio, aprovechando los vínculos de trabajo con el sistema EITI y con el Banco Mundial, el sector público y calificadas empresas consultoras privadas como Proesmin, han desarrollado esquemas de “planeamiento multicriterio” y “gestión de complejidad” para el “acondicionamiento del territorio”, como en rigor es el llamado enfoque territorial, desde los años 50 del siglo pasado, solo que aquí se pretende una planificación sin sistema de planificación nacional, sectorial y regional, (más de un departamento), lo que es una quimera.
Hoy tan solo con ampliación de proyectos que están con todas las de la ley, tendríamos a corto plazo, un monto inversionista equivalente a Quellaveco. ¡Cuánto más se podría lograr dinamizando proyectos que, como ha informado el Ministerio de Energía y Minas, están paralizados y no hay aún nuevas inversiones! Se están empleando miles de millones de soles del Tesoro Público –es decir, de todos los peruanos–, tanto para ejecutar inversiones prepandemia, como las de la llamada “reconstrucción con cambios”, antecedida en su inefectividad por la ya olvidada “reconstrucción de Pisco” de 2007, como para encarar la pandemia y sus secuelas. El Ejecutivo ha decidido usar el sistema ya conocido de inversiones, que se basa en transferencias para contratos de viejo y superado cuño, a la vez que el empleado para las Obras de la Villa Olímpica de los Juegos Panamericanos, los contratos NEC, que para obtener buenos resultados deben ser bien hechos, y asegurarse su buena gestión posterior.
Lo tomado de las reservas internacionales del Estado a cargo del Banco Central de Reserva debe ser repuesto con buenas inversiones, mejorando el sistema de impuestos, para empezar, reduciendo la elusión y la evasión fiscal, y supervisando transferencias a GORES y municipalidades e inclusive interviniendo para hacer enmiendas. Ya no estamos en la vida normal sino en emergencia y urgencia ante lo extraordinario o excepcional que se vive y se vivirá, aunque algunos esperen regresar a la vida antes de la pandemia: reflejo de viejas endemias del pensar y de la conducta habitual.
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