La guerra política, de comunicaciones, también mata.
En este dominio no militar, pero inseparable de los otros de toda doctrina de guerra o de seguridad y de política exterior: la lucha por conquistar la mente de las personas, grupos sociales e instituciones, seguiremos viendo la localización del poder de la OTAN…. pero no de Rusia. Pocos se atreverán a mencionar, sin afán de justificación o de sentenciar culpable, cuánto se parece y casi superpone, el máximo territorio de los zares, de dinastías basadas en la creencia autocrática de siglos, con el territorio de la URSS y el Pacto de Varsovia, frente a la OTAN, así como el mapa de Rusia pre Ucrania y post guerra en Georgia, por ejemplo.
Recordemos. Las “democracias populares” fruto de la repartición del mundo de la segunda Guerra Mundial, se volvieron hacia el occidente capitalista y de democracias liberales con distinto éxito, porque históricamente nunca quisieron pertenecer al espacio- mundo dominado por Rusia no obstante la inseparabilidad de varias de sus fronteras y zonas económicas. Larga es la lista,
desde las Repúblicas bálticas, hasta el sur del viejo continente, que temen del poder ruso, aunque necesitan de sus recursos naturales y varios productos industriales. Tienen el enclave soviético, ahora ruso, de Kaliningrado, ex Köenigsberg, Prusia oriental.
Situación que revoluciona en favor de Europa occidental, la Unión Europea y la OTAN desde la implosión de la URSS.
Tampoco olvidemos que el nazismo y otras ideologías que matan, antisemitismo, fanatismos cristianos, estalinismo, maoísmo, a ambos lados del rio Dnieper, siempre existieron y siguen existiendo: si no, que lo digan los migrantes, desde los tradicionales hasta los migrantes por el cambio climático, las guerras en oriente próximo y Asia Central y la agresión militar rusa.
En esta guerra de medios, información, ideologías, entrar a tallar cada vez más desinformación y prejuicios viejos y nuevos que también forman parte de un diversificado mundo, nuestro multiverso, perdonen el término.
Entonces y ahora: “la guerra te necesita”, como consumidor de ideas, creencias, mitos, leyendas, prejuicios, para que actitudes y conductas sirvan a esa “voluntad de dominio” puesta en acto y no solo en potencia.
Por ejemplo, estamos en la tercera y cuarta (¿?) ola de la pandemia de la que ya nadie habla si fue casual o parte de la guerra “moderna”. La cosa sigue. Shenzhen, más de 9 millones de habitantes, ha vuelto a ser “aislada” por qué recrudecieron los contagios!! ¿Alguien dice ahora que la pandemia es una acción de guerra de China?
Veo la evidencia de un “deber de memoria”: ¡Si quieres la paz, prepárate para la paz! Esto comienza por empeñarse en que la verdad, basada en evidencias y estudios serios no en panfletería, aunque ahora emplee el socorro de Wikipedia, no sea la primera víctima de la guerra, porque sin el mejor saber no podremos actuar bien ni como televidentes ni como constructores de paz.
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