Cerrando las reflexiones anteriores:
Estos procesos fundacionales no se dieron en muchas partes del mundo actual ni tampoco en América Latina sino de manera muy parcial, como muy bien puede verse en las obras poco divulgadas: “Historia General de América Latina”, y “América Latina en sus ideas”, editados por la UNESCO. Acceso electrónico: unesco.org/culture/latinamerica/ universia.net/CatalogaXXI/C10036PPESII1/E42491/
Sólo excepciones verdaderamente excepcionales plantearían en el mundo de hoy que la democracia no es un ideal histórico concreto que tiene múltiples expresiones basado en los Derechos Humanos íntegra e integralmente considerados y que es un derecho y un deber de todas las personas procurar su genuina y efectiva construcción, así como su mejoramiento continuo.
En las condiciones actuales de la humanidad y de las llamadas mega tendencias hay sobradas razones para ver un panorama más oscuro que claro, aunque existen importantes visiones optimistas.
Ver: Estudios Prospectivos de la UNESCO - unesco.org/shs/prospective y también relacionados al Grupo de Río, como los de Oswaldo de Rivero, autor de “Los países inviables”:
fceperu.com.pe/resenas/ecoad/rivero.html desco.org.pe/publicaciones/QH/QH/qh98or.htm
En la ciencia política actual pueden distinguirse dos grandes orientaciones teóricas: la teoría política normativa y la teoría política empírica.
La primera se emparienta con la filosofía, la ética y el derecho, es decir, con ciencias humanas prescriptivas no solamente explicativas del ser, condición de existencia, naturaleza o características sustantivas de algo o de alguien. Por ello es que sus relaciones son muy estrechas y no hay fronteras claras. El objeto de estudio general de la teoría política normativa es también el objeto de estudio de la filosofía política, de la ética política y del derecho y de, especialmente, el derecho público.
La segunda se relaciona íntimamente con las ciencias sociales básicas como la historia, antropología, sociología y economía. Comparte con ellas el objeto de estudio, el ser- humano-en-sociedad, y sus linderos tampoco son claros. Si imaginamos círculos para indicar cada una de ellas, podemos colocarlos de forma tal que se intersecten mutuamente, dejando un núcleo común, bastante considerable, y espacios propios relativamente menores.
No pocas veces el discurso sobre la democracia está asociado a la prospectiva, como en el caso del Proyecto DEMOS realizado por la UNESCO entre 1994 y 1999.
La “Prospectiva” (ver: unesco.org/shs/prospective) se vincula principalmente a los estudios que se denominan “proyectivo-evaluativos”, esencialmente probabilísticos y tendenciales, no predictivos en un sentido puntual de un acontecimiento o proceso particulares, a los que se refiere el término “predicción”, como por ejemplo cuando se habla de la predicción del tiempo.
Estos estudios de futuro, futurológicos o estudios orientados sobre el futuro, escenarios, se relacionan inevitablemente con los valores y con las prescripciones y prenotandos del sujeto individual o colectivo de estudio, por lo que son inseparables de orientaciones filosóficas y éticas; salvo, quizás, cuando se realizan ejercicios metodológicos de escenarios, y aún así, es imposible realizarlos de manera aséptica, neutra o indiferente a valores o perspectivas normativas o visiones que se refieren de alguna manera a lo deseable.
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