Esta semana, entramos en pánico, cuando el Señor Gobernador de La Libertad resumió la política de seguridad que piensa llevar adelante en su Región. Sus resultados pueden ser un desastre. Si no sigue estos prácticos consejos.
Lo anunciado, hasta ahora, empieza con un proyecto de ley que es una virtual licencia para matar, otorgada por el estado a las Fuerzas Policiales y Armadas, declarando su “automática exoneración de toda acción penal o legal por imponer el orden”. No hay conciencia alguna de que como autoridades tienen como primera misión defender la vida. Y conquistar la mente, voluntad y corazón de la población civil.
Un error mayúsculo, del proyecto de marras, es el evidente intento de imitar a Videla, Pinochet y Montesinos, para enfrentar la emergencia de seguridad del Perú.
Primero, porque la tesis de que los métodos anti terroristas son los adecuados para combatir el crimen es negado por todos los expertos del mundo.
El mejor ejemplo es el fracaso de los Presidentes del PAN, Fox y Calderón, en México, que iniciaron una Guerra contra el Narco, en que murieron 70 mil civiles charros y se consolidaron numerosas islas territoriales militarizadas del narcotráfico. Se hicieron papilla los derechos humanos y se perdió la guerra.
Un segundo error que algunos congresistas y gobernadores respaldan en su ignorancia, son los Jueces sin Rostro, mecanismo tan fracasado, que hubo que volver a juzgar a centenares de procesados por terrorismo. El Padre Hubert Lansiers convenció al propio dictador Fujimori de acatar el mandato de re juzgamiento. Se detectó más de 500 entre acusados injustamente y mal sentenciados por la justicia sin cara.
Otra de las medidas propuestas, es la de construir cuarteles policiales y militares cerca de las minas y centros urbanos de las zonas mineras. Una medida que de poco sirve si no se tiene del lado de las fuerzas del orden a la población. Y eso no se consigue con bayonetas.
La organización de la población en rondas de autodefensa, para sustraer el control de territorio a las mafias criminales, “dejando sin agua al pez”, es la mejor lección de la lucha contra Sendero, que hay que imitar. El plan no dice nada al respecto.
La más importante medida social, colateral a la necesaria represión a las mafias, es quitarles el oro a los delincuentes, formalizando a los mineros de la sierra liberteña. Algo elemental para no generar una nueva y violenta Sinaloa peruana en tierras de Cesar Vallejo y Ciro Alegría.
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