Quizás el título de este articulo asuste a muchos, pero revisar las cifras demuestra que la vida para los peruanos precarios es una odisea cruel. 60.4% de nuestros paisanos, no cubren los gastos mensuales de su hogar. 25,2% sacrifica gastos en alimentos, salud o educación para ahorrar. 20.6% pide apoyo a amigos o familiares y 16% pide préstamos. Gran negocio para el "gota a gota".
En la esfera laboral sólo hay 22,7% de trabajadores dependientes, pero el 22.4 gana menos de 1,025 soles y 25.8% menos de 1,500 soles. Siendo formalizados y con ingresos regulares, no les alcanza. Los independientes son 47.5% pero el 76.6% ganan menos de 1,500 soles. La mayoría son informales. Además, hay un 22% de mitimaes desocupados que entran y salen de trabajos en el sector informal y formal.
La reciente encuesta de CPI (mayo 2024) y las cifras del INEI, confirman que ni el gran cambio de la disminución de la pobreza del segundo gobierno de Alan García, ni las políticas sociales de Fujimori, Toledo o Humala, superaron el mundo de la precariedad y la informalidad. Sus políticas siguieron la idea del "chorreo”, con políticas sociales salvavidas, pero que no consolidaron el progreso personal para los sectores C, D y E.
No extraña por eso, que una agencia de encuestas aterrorizara a sus clientes prediciendo una futura disputa electoral con Antauro Humala como uno de los probables ganadores. ¿Fue un truco para que se suscriban a sus servicios? No parece, a juzgar por los datos de CPI, su principal competidora.
Si vives en la precariedad, eres informal, o un dependiente, que gana una miseria. Tu vida es la de un paria, y la tendencia a votar por los extremos es un riesgo real. Sobre todo, si el Tren de Aragua ya está en tu barrio.
No es que el Perú no hubiera cambiado entre Fujimori y Castillo, sino que muchos sectores no habían sufrido un cambio psicológico en la percepción de su situación, ni beneficios de un estado. De bienestar que asegurara salud, educación y seguridad. No había suficientes factores que les permitiera pensar en su progreso y estabilidad a largo plazo.
En esencia son los peruanos precarios, los que viven el día a día, sin seguridad social, sin buen sueldo, transportados por horas en buses y combis de pésima calidad, trabajando más de 8 horas diarias y sin recursos para alimentar y educar bien a sus hijos.
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