Hay que dejar en claro que es libertad de prensa, y no confundirla con la impunidad para difamar, o con el aval a la prensa basura que usa cartón couché, publicando libros que muchas veces no tienen suficiente sustento y que no aclaran sus afirmaciones con los personajes afectados. Eso pasa y mucho con libros como “Plata como cancha”. No es el único y tampoco el peor del género.
No hablo sin haber vivido los sinsabores de la falta de libertad de expresión. He pasado por persecución, detenciones arbitrarias y me sacaron a punta de bayoneta el 5 de abril de 1992 cuando era Director de Radiocadena. Le dije no a Montesinos y no paro hasta que me despidieron de Canal 5 en 1995.
Aclaro que, con igual pasión, me opongo al Monopolio que controla el 80% de los medios de expresión del país en impresos, televisión, cable y redes sociales. Los medios no pueden reemplazar a los gobiernos elegidos por el voto popular, ni pueden imponer sus intereses corporativos al estado o a todos los ciudadanos. Eso no es libertad de expresión. Y, como dijo Agnes Heller, la falta de objetividad y pluralismo lleva al fascismo.
Tampoco creo que se puede suprimir el derecho de defensa que todos tienen frente a lo que consideran difamación e injuria por publicaciones como varios libros que son libelos ad hominem, a veces financiados por enemigos de políticos y personalidades públicas.
Lo siento por Christopher Acosta, pero creo que tiene que enfrentar las consecuencias judiciales de sustentar lo que ha escrito. Creo que su libro es serio, pero se excede en algunos comentarios. Y no creo en la verdad de todo lo que dice sobre Cesar Acuña. ¿Es que los derechos de Alan García, Pedro Castillo, César Acuña, Martin VIZCARRA, Vladimir Cerrón, son menores que el resto de peruanos? Todos han sido víctimas de bullying político mediante biografías que los denigran. Lean los libros escritos sobre estos líderes del Perú y verán que hay prensa basura y totalitaria con tapa de cartón couche.
Yo solo me solidarizo con el periodismo limpio. Y no le sigo la corriente a la tropa que hoy brama contra los enemigos políticos de El Comercio y olvidan la prensa, mayoritariamente parametrada, que reina en el país. Creo en la libertad y no en el voto de la turba llena de irá y prejuicios en las redes sociales.
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