Cuando el país está al borde del abismo siempre surgen nuevos líderes capaces de defender la República Bicolor, frente a los que quieren llevarla a una interminable guerra interna.
El Rector de la Universidad Católica, Carlos Garatea, ha iniciado la batalla, con un discurso que marca una verdadera contraofensiva cultural contra el fundamentalismo, que hoy derruye instituciones.
Sus palabras tienen el mérito de retomar la ruta democrática del dialogo, la construcción de la unidad nacional y la defensa del bicolor frente al color negro de la muerte. Todas expresiones propias de una cultura republicana, igualitaria, progresista y democrática, que incendiarios y congelados-como los llamaba Jorge Basadre-intentan degradar y excomulgar.
Caracteriza la crisis del país de manera impecable “atravesamos un descalabro general. Vemos como la corrupción atraviesa todos los resquicios del estado. Somos testigos de que la mediocridad, la incompetencia y el cinismo han adquirido un profesionalismo incapaz de ser controlado por las instituciones que deben velar por una democracia sana, real e inclusiva. Cuya descomposición ha inyectado en muchos peruanos desanimo y cansancio…Hoy el pesimista es tenido por un ser un tipo serio, informado, mientras que el optimista es considerado ingenuo o que no sabe dónde está parado…”
Y refuerza el optimismo, arma de todo luchador por el cambio. “Aunque vivimos en un clima aplastante tenemos razones para sentirnos orgullosos de nuestra gente, de nuestro país y de nuestra cultura. Chabuca decía, amo el bicolor”.
El discurso de Contreras cita al escritor Alonso Cueto, ex alumno de la PUCP, para delimitar las fronteras de la batalla a desarrollar “estamos aquí porque nos negamos a que el presente nos aplaste, estamos aquí porque queremos hacer posible el futuro, estamos aquí porque el arte, la cultura, la belleza y la creatividad son las piedras de toque, indiscutibles, para una convivencia sana, para la formación de la persona. Y no lo olvidemos nunca, la cultura es esencial en la vida democrática. No hay pues, frivolidad alguna en esta noche. Esta noche inauguramos el XXVI Festival de Cine porque creemos que un futuro mejor es posible. Y porque creemos que le debemos a nuestros jóvenes creer que es posible conservar una esperanza en el porvenir”.
Palabras potentes de respuesta a los heraldos de los extremos que quieren convertir al país en un incendio radical, o en un témpano reaccionario, incapaz de aceptar las demandas de cambio. Pero el cambio asoma en estas potentes palabras de esperanza de un educador de la nueva generación. “el amanecer rechina”, como dice su discurso.
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