Desde que el Congreso elimino al delito de sicariato de la lista de organización criminal, todos los días amanecen asesinados jóvenes estudiantes, pequeños empresarios, ciudadanos que se oponen al pago de cupos, también de dirigentes populares, opuestos a las mafias de obras y de venta ilegal de terrenos.
Tanta ternura y complicidad legislativa, extiende el miedo a invertir, estimula la migración de nuestros mejores talentos jóvenes, destruye hogares, creando condiciones para que pronto seamos Peruzuela o Perumala. Lo dicen desde la CONFIEP hasta los Sindicatos, en rara unanimidad.
Hace muchos años un Alcalde de Nueva York dijo “el crimen obedece a la oferta y la demanda. Si cortas la demanda e impides la oferta, el mercado cae, y el incentivo desaparece para producir delito”. Esto es, los delincuentes se van a la quiebra cuando la acción policial los investiga y la persecutoria de jueces y fiscales los mete presos.
Quebrar económicamente a la industria criminal-meta de toda estrategia de seguridad- no es posible, si la autoridad legislativa y el ejecutivo, a control remoto de éste, fomentan leyes creadas por los abogados de la mafia y sus delegados políticos. Varias leyes nuevas, hoy incentivan al crimen, retirando delitos de la lista de los mas perseguidos por la policía y los tribunales. El caso más clamoroso, el del sicariato.
Asimismo, se ha creado un ridículo sistema de allanamientos con presencia del abogado del sospechoso, que ha tomado varias horas de espera de fiscales y policías en procedimientos adonde se perdió el efecto sorpresa.
Lo mismo ocurre con el castigo al blanqueo de dinero y propiedades mal habidas. Parece que FONAVI se ha vuelto un próspero negocio inmobiliario que transfiere bienes a recomendados del gobierno, como el caso de un alto dirigente de un partido socio del régimen.
El Ministro del Interior, resulta, junto con varios congresistas asociados al capitalismo informal y a grupos de mafias de las economías informales, un factor clave en la captura del poder, fortaleciendo a los ladrones en su juego contra los celadores. Justamente enfrentar al poder Judicial y a la Fiscalía, además a nombre de la Presidenta de la República, como se ha confirmado en estos días, es jugar en contra de la ley y el orden. El Ministro, responsable de la seguridad, no puede seguir en el cargo un día más.
Si los ladrones ganan a los celadores, un lumpen autoritarismo, y un fraude 2026 prolongaran esta agonía de la Republica.
Comments