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Juan Risi / Agricultura y gobierno (7 de 8)

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Lo que la Agricultura Necesita del Próximo Gobierno



Enfrentar el cambio climático

El impacto del cambio climático es cada vez más evidente en los últimos años, afectando más a nuestro país por su diversidad en climas, su geografía y localización. La irregularidad del clima seguirá afectando a la agricultura y se agudizará año a año. Si bien, las emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) del Perú, representan menos del 1% del total mundial, es preciso tomar en cuenta que el 66% de las emisiones se deben a la agricultura y 51% de estas son producto del cambio de uso de suelos y deforestación. Urge, por lo tanto, tomar medidas para mitigar el cambio climático, puesto que, además, como país nos hemos comprometido en la COP 21 del Medio Ambiente y Cambio Climático de Paris, a reducir las emisiones de Gases Efecto Invernadero en 30% hacia 2030. Las dos medidas importantes para enfrentar al cambio climático son: el manejo de recursos hídricos y un sub sector forestal sostenible.

El manejo de recursos hídricos tiene varios componentes y debe realizarse bajo un enfoque de cuenca. Se debe hacer cosecha de agua en las partes altas y recogerla en pequeñas lagunas (cochas) y reservorios, actividad que debe estar acompañada de reforestación, establecimiento de pasturas y rehabilitación de bofedales, de manera que el agua se infiltre para evitar la evaporación y se reestablezcan acuíferos, cursos, arroyos y manantiales. Se debe además recuperar sistemas ancestrales de manejo de suelos y riego, como los andenes y los camellones, llamados waru waru en Puno. Con la cosecha e infiltración de agua en las partes altas de la cuenca, que llevarán a la recuperación de acuíferos y cursos de agua en las partes bajas, se deben establecer mecanismos de Acuerdos Recíprocos Ambientales (ARA), de manera que las partes bajas de la cuenca retribuyan a las partes altas el trabajo realizado por cosechar el agua, y puedan desarrollar actividades económicas como la forestería y la ganadería.

El concepto errado de construir reservorios en los cauces de los ríos para evitar “se pierda en el mar” debe cambiarse, toda vez que las grandes lluvias son irregulares y estas obras en la práctica no funcionan todos los años, y además, el sedimento que arrastra el agua de las lluvias en las quebradas, generan que estos reservorios se colmaten con sedimento como ha ocurrido en Poechos y Gallito Ciego. Es preferible infiltrar el agua en las partes altas y usarla en actividades de defensa y protección a lo largo de las cuencas con reforestación, zanjas de infiltración, micro reservorios y canales. Se debe propiciar la construcción de 100 pequeños reservorios anuales en zonas donde haya concentración de productores y potenciar el Programa Subsectorial de Irrigación (PSI) para que se promuevan sistemas de riego tecnificado cofinanciados por los gobiernos locales y las organizaciones de productores. Es necesario ampliar la superficie agraria bajo riego, pero también es necesario cambiar el sistema por inundación, que es el predominante, a sistemas de riego tecnificado convencional o no convencional.

En relación a los grandes proyectos de irrigación, se deben restaurar y descolmatar las infraestructuras hídricas existentes, así como destrabar los proyectos de irrigación paralizados (Chavimochic III y Majes Sihuas II, Alto Piura) e iniciar nuevos en Casitas (Tumbes), Palpa, Nazca, Tambo (Paltiture), Río Cachi (Ayacucho), promulgando una ley que establezca 50% de las nuevas tierras habilitadas con agua se destinen a pequeños productores organizados, a los cuales se les otorgará asistencia técnica, financiamiento y articulación al mercado, priorizando cultivos verdes, y con un sistema de pago hasta 20 años, deduciendo las amortizaciones de sus utilidades. En estos proyectos se crearán comités consultivos integrados por el Ejecutivo, los congresistas de la región, y representantes de los gobiernos regionales y locales para definir las mejores normas para su ejecución.

En el tema de Manejo Forestal Sostenible, se debe tomar en cuenta que con 53% del territorio nacional cubierto de bosques, somos el segundo país en América Latina con esta extensión. Tenemos grandes posibilidades de convertirnos en un exportador de productos maderables y de pulpa de papel; sin embargo, actualmente importamos de Chile 1500 millones de dólares de estos productos, país con un área de bosques significativamente menor a la nuestra y a pesar que se han dado 5 leyes forestales en 50 años, más de 60% de la madera que se comercializa es ilegal. Por tanto, urge ordenar el manejo de las concesiones forestales de manera que se pueda controlar la tala ilegal estableciendo un reglamento de trazabilidad de la madera en los aserraderos.

En referencia a las plantaciones forestales, se han identificado dos problemas en su desarrollo:

a) la ausencia de líneas de crédito a los plazos largos que requiere la industria forestal, de por lo menos 10 años, y con tasas que permitan rentabilidad.

b) la detección de zonas a reforestar que se encuentren unidas y tengan un mismo propietario.

Considerando que el forestal es un sector que generará abundante trabajo, divisas y tributos con su desarrollo, este puede desarrollarse bajo las siguientes propuestas:

a) Utilizar líneas de crédito provenientes de las AFP, que cuenta con recursos a largo plazo y con tasas de interés adecuadas, donde el Estado subsidiaría un porcentaje de la tasa de interés. Estas líneas de crédito serían garantizadas por el propio Estado ante las AFP, y al Estado lo garantizaría el inversionista, a través de fideicomisos.

b) Establecer que el inversionista, dado el apoyo del Estado, incluya en su emprendimiento la participación en un porcentaje de las comunidades nativas de las zonas, y a sus miembros como parte del recurso humano a trabajar, y ser capacitado para posteriores emprendimientos propios.

c) Exonerar de impuestos a esta inversión durante los años de inversión.

d) Desarrollar el producto financiero de agroforestería orientado a pequeños productores asociados, de forma que las utilidades del producto no maderable le permitan cubrir el costo de los intereses del maderable hasta cuando comience a rendir utilidades. Esta es la verdadera AFP del pequeño productor rural. Además, que un porcentaje de los recursos de AGROIDEAS se destinen a este tipo de proyectos, y que también puedan ser financiados por AGROBANCO.


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