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Juan Risi / Revalorando la papa (2 de 10)


(Publicado previamente por PRODIGIO Perú bajo el título: “10 razones por las que los peruanos debemos revalorar a la papa”)



Razón 2: por ser sustento de agricultores familiares


La producción de papa viene respondiendo positivamente a la demanda de nuestra población y en estos últimos 20 años ha crecido a una tasa anual promedio de 2.5 %. La mayor producción se concentra en la sierra, siendo el cultivo más importante de la agricultura familiar en esta región y principal alimento nacional. En 2018, la producción de papa alcanzó las 5.1 millones de toneladas en 323,000 ha, su contribución al PBI Agropecuario fue del 6.4%, con un valor bruto de 4,199.30 millones de soles corrientes del año 2018, generando 33.9 millones de jornales (06). Si bien MINAGRI menciona que en 2019 la papa fue cultivada por 711,313 familias (07), las cifras del IV Censo Nacional Agropecuario 2012 (08), indicaban que ese año, la papa era cultivada por 633,923 productores, 98.6% de los cuales lo hicieron en parcelas de menos de 3 ha y cubrieron cerca del 57% de la superficie cultivada (ver Cuadro 1).



La papa se siembra en 19 departamentos y un análisis de la producción de los últimos 20 años, realizado en base a la información de MINAGRI, indica que Puno, con el 14.3% de la producción es el principal departamento productor, seguido de Huánuco (13%), Junín (9.5%) y La Libertad (9.5%). Del total de la producción de papa en el país, cerca del 97% proviene de la sierra y el 3% de la costa, región donde los rendimientos son mayores al disponer de mejor dotación de insumos y menos factores limitantes.


Los sistemas de producción y abastecimiento de papa en el país son delicados y requieren de una planificación rigurosa, pues, si bien abastecen a los mercados en forma continua, la superposición de las épocas de cosecha causa caídas fuertes en el precio al tratarse de un producto que debe venderse inmediatamente después de la cosecha, generando así una saturación de los mercados en plazos cortos, tal como sucedió en 2018 y en 2005.


El mayor problema con el precio de la papa radica en el abastecimiento del mercado de Lima, donde se concentra el 30% del consumo nacional. Este mercado es abastecido por los departamentos de la sierra central: Ayacucho, Huancavelica, Huánuco, Junín y Pasco y en parte por Apurímac. Además, es abastecido por cosechas de la costa de Lima, Ica y en parte de Arequipa. Un esquema de las épocas de producción de papa por departamento se presenta en la Figura 1.

Gran parte de la campaña de producción de papa en la sierra se hace en secano, es decir con las lluvias, y estas empiezan en septiembre y duran hasta finales de noviembre. Las cosechas se inician en marzo, con mayor intensidad en abril, mayo y junio. En la costa, las siembras se realizan entre marzo y junio y las cosechas desde septiembre hasta diciembre. En los valles andinos en que se cuenta con agua y poca presencia de heladas, las siembras adelantadas a la campaña, o posteriores a la misma, cubren esos meses en los que no hay producción de costa o de secano en la sierra. Esto sucede sobre todo en los departamentos de Ayacucho, Huánuco y Junín y en parte en Huancavelica y Apurímac.


El retraso de las siembras de papa en la costa, sobre todo en Lima e Ica, debido a las lluvias y emergencia por el denominado “Niño Costero” de 2017 hizo que el final de la cosecha de papa en estos departamentos coincidiera con el inicio de las siembras adelantadas sobre todo de Huánuco, Ayacucho y Junín, lo que produjo una fuerte caída del precio de papa, afectando de manera significativa las economías de las familias de productores.


La importancia de la papa en las economías campesinas andinas, sobre todo de los productores que cultivan en secano, es grande. Por las condiciones climáticas, los agricultores no cuentan con una diversidad productiva que pueda generarles ingresos; además, para minimizar el riesgo del clima, los productores cultivan varias parcelas en diferentes pisos altitudinales que son todas atendidas por la mano de obra familiar. Hasta hace pocos años, la papa era el único producto generador de ingresos para el productor en la campaña. Sin embargo, hace poco la quinua también se ha vuelto una alternativa. Es así que, en una rotación de cultivos típica de la región, la papa es el cultivo con el cual el productor inicia su sistema de rotación y de producción. Al año siguiente, el productor siembra un cereal, que puede ser trigo o cebada, o siembra otro tubérculo, que puede ser oca, olluco o mashua, luego sigue el cereal y luego deja descansar el terreno 3 o 4 años para que recupere su fertilidad natural, o puede sembrar una leguminosa, que puede ser haba o arveja y deja descansar al terreno.


El hecho que la papa sea un cultivo que inicia la rotación en el sistema productivo del agricultor andino es importante, pues este coloca la papa en un terreno que ha recuperado su fertilidad natural, además lo rotura de manera adecuada y le pone guano y fertilizantes. La inversión que hace el agricultor andino con la papa, la hace porque es el producto que tiene la seguridad de vender a buen precio. Si la ganancia es buena, el agricultor puede comprar un animal, que dependiendo puede ser res, oveja o cerdo. Si se hace una comparación con una economía citadina, la papa es para el agricultor lo que puede ser un ingreso corriente y el animal es un ahorro. Si en un año el agricultor no consigue buen precio por la papa, recurre al ahorro para subsistir, es decir vende el animal. El resto de los cultivos de la rotación, son productos que no significan un ingreso significativo para el productor y son hasta parte de su consumo, por ejemplo, el cereal puede servir de forraje para alimentar al animal. A esos cultivos el agricultor no les pone insumos y prácticamente toman del suelo los nutrientes que la papa dejó, además de favorecerse porque el suelo en el que se cultivó y cosechó papa, está más suelto y favorece al desarrollo de los otros cultivos.



Referencias:

(06) DGSEP, MINAGRI.

(07) Diario Gestión del 25 de marzo de 2020

(08) CENAGRO, INEI 2012

(09) Pro expansión. (2011). Cambios del sector papa en el Perú en la última década: Los aportes del proyecto Innovación y Competitividad de la Papa (INCOPA). Centro Internacional de la Papa, Lima, Perú. 179 pp.


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