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Juan Risi / Revalorando la papa (10 de 10)


(Publicado previamente por PRODIGIO Perú bajo el título: “10 razones por las que los peruanos debemos revalorar a la papa”)



Razón 9: Cambio climático


Si bien, el cambio climático ha causado impacto en la agricultura en general, es preocupante el hecho que se reduce la superficie apta para el cultivo de papa, ya sea en la Costa o en los valles interandinos y, por otro lado, el aumento de temperatura en las partes altas está ocasionando la presencia de plagas como los pulgones y enfermedades como la rancha, que no se observaban a mayores alturas, hábitat de las papas nativas, poniendo en riesgo su conservación.


Con el incremento de la temperatura, los productores de papas nativas, que normalmente las sembraban entre los 3,800 y 3,900 metros de altura, vayan a altitudes por encima de los 4000 m s. n. m., con el consiguiente riesgo de las heladas que pueden afectar a la totalidad de la producción.


Además de enfrentar riesgos de plagas o de pérdidas de cosecha a mayor altitud, los cambios en el clima están ocasionando atrasos, a veces de semanas, en la época de siembra en las diferentes zonas productoras de papa. Esto ocasiona subsecuentes atrasos en las cosechas finales de algunas zonas y la coincidencia con el inicio de las cosechas en otras, lo que causa una saturación del mercado. Como la papa es un producto perecible ocurre una consecuente caída de los precios.


En este sentido, urge tomar las siguientes medidas:


• Desarrollar prácticas de conservación de los recursos hídricos en las partes altas, para asegurar la provisión de agua en las zonas bajo riego, como forestación, zanjas de infiltración y de cobertura vegetal; así como la construcción de reservorios familiares y represas de mayor capacidad.

• Impulsar el uso de métodos de labranza que ayuden a conservar la humedad en el suelo, y esto va desde métodos de labranza en conservación de agua, hasta el uso de coberturas vegetales y de materia orgánica para retener la humedad en el suelo.

• Apoyo a prácticas de conservación in-situ de las variedades de papa nativa, apoyando el acceso al mercado de este tipo de papas.

• Una planificación adecuada y continua de las siembras de papa por región, estableciendo fechas límite para evitar la superposición de cosechas y ofreciendo alternativas de otros cultivos o de otro tipo de papa a los productores en caso de no haber podido sembrar papa en el tiempo previsto fomentando así una reconversión productiva.



A manera de conclusión:


La papa es un cultivo muy importante en nuestra agricultura y alimentación, pues da sustento a gran parte de la agricultura familiar, sobre todo de la Sierra y es un alimento que siempre ha estado presente en los mercados. Si bien es de consumo general, se trata de un sustento importante y accesible para la población de menores recursos en nuestro país.


La papa se originó en el Perú y somos un país afortunado en disponer de una gran variabilidad de especies y variedades de estos productos agrarios para nuestro consumo. Es un alimento versátil que nos acompaña en gran parte de nuestra vida. Es fuente de energía, de nutrientes y tiene principios nutricionales especiales y los que la ciencia irá descubriendo para aplicaciones alimenticias y no alimenticias.


La papa, está presente en los mercados todos los días y por lo general a precios accesibles a toda clase social. Sin embargo, los pasos que se sigue en la comercialización de la papa, repercuten negativamente en los productores al bajar los precios en forma considerable, sobre todo cuando se produce sobre ofertas. Acá debemos hacer una reflexión para corregir estas desigualdades, con una planificación adecuada de las siembras, para que no ocurran sobre ofertas y con apoyar a los productores para que se organicen en su comercialización y vendan la papa seleccionada. Tal vez los gobiernos regionales y los verdaderos productores organizados puedan establecer centros de acopio y de limpieza de papa.


Al tener una alta variabilidad de papa, pues como se dijo, en el país se cultivan 8 especies de lo que acostumbramos llamar papa, el MINAGRI y los Gobiernos Regionales, deberían organizar su información estadística para reconocer en parte esta variabilidad. La estadística del MINAGRI, sólo menciona a la papa y no reconoce las diferentes variedades. Como se ha visto en este documento, los precios de la papa en el mercado son diferenciados, pero también lo son los rendimientos, pues una papa amarilla, nativa o huayro, no va a alcanzar los altos rendimientos que tienen las variedades de papa blanca, ni tienen los rangos de adaptación de esta. Tal vez un primer esfuerzo estaría en diferenciar a la papa blanca de la amarilla y de las nativas en las estadísticas.


Debemos como país donde se originó la papa, hacer un esfuerzo por evitar las importaciones de esta, ya sea en la forma de papa procesada y congelada o como almidón, hay tecnología disponible para hacerlo. Y, al contrario, invertir en opciones tecnológicas que permitan la exportación de papas y sus derivados de alto valor agregado.


Además de ser fuente de ingreso para centenares de miles de agricultores, es generadora de empleo para muchos otros a lo largo de su cadena productiva, hasta llegar al consumidor final. Ha sido guardada y valorada por agricultores conservacionistas que se encuentran en las partes altas de nuestros Andes. En la actualidad, el cambio climático está poniendo en riesgo no solo a su diversidad genética sino a la economía de quienes la conservan y la seguridad alimentaria nacional.



Agradecimiento:


Mi agradecimiento al Ing. Santos Maza, por haberme facilitado la información estadística usada en este documento, a la Dra. María Mayer, por su apoyo con los nombres de las variedades de papa, nativas y mejoradas y al Dr. Alexánder Chávez y al Lic. Luis Ginocchio por la revisión crítica del manuscrito.


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